Los dos jugadores fueron pieza clave para acabar con la resistencia del Celta, en el cuarto triunfo consecutivo del elenco culé que dirige Ernesto Valverde. La pulga fue brillante ayer.
El Barcelona cerró 2018 como líder en solitario de LaLiga Santander al ritmo de Leo Messi y Jordi Alba, que volvieron a ser la pareja perfecta para acabar con la resistencia del rival, en este caso de un luchador Celta. El cuarto triunfo consecutivo del cuadro de Ernesto Valverde sin encajar gol alguno lo fraguaron el argentino y el catalán y lo resolvieron en la primera mitad. El francés Ousmane Dembele abrió la cuenta a los diez minutos al aprovechar el rechace del meta Rubén Blanco a tiro de Messi y la ‘Pulga’ firmó el 2-0 justo antes del descanso al remachar con su calidad y precisión habituales una asistencia de Jordi Alba, que también había colaborado decisivamente en el primer gol.
No necesitó mucho más el Barcelona porque el Celta, pese a que lo intentó se quedó en buenas intenciones y salió del Camp Nou de vacío. Fue la respuesta a la presión que no deja de imprimir el Atlético de Madrid, que con estos resultados es segundo provisionalmente a tres puntos de los azulgranas y con tres más que el Sevilla, que visitará este domingo al Leganés. Mientras, el Real Madrid, que aplazó al 3 de enero su visita al Villarreal por su participación en el Mundial de Clubes de Emiratos Árabes, torneo que ganó por tercer año consecutivo, es cuarto a ocho puntos del Barcelona y por lo tanto obligado a ganar en La Cerámica para no volver a descolgarse más. Fue una victoria complicada la del Atlético en el cierre del año, porque el Espanyol planteó muchos problemas y tuvo ocasiones para dar un serio disgusto al conjunto de Diego Pablo Simeone.
Pero apareció de nuevo el meta esloveno Jan Oblak para demostrar su condición de ser uno de los mejores porteros del mundo y un penalti transformado por el francés Antoine Griezmann (m.56) acabó por dejar los puntos en el Wanda Metropolitano, donde se aprovechó para homenajear al excapitán Gabi Fernández.
Pese a las buenas sensaciones y a lo mostrado en el césped el Espanyol encajó su sexta derrota consecutiva. El bloque de Joan Francesc Ferrer ‘Rubi’ hace bien poco se debatía en la cima de la tabla y ahora es ya duodécimo.
El que volvió a dar una magnífica imagen fue el Eibar, que frenó al Betis en el Benito Villamarín (1-1) en un partido bonito en el que tuvo ocasiones lo suficientemente claras incluso para haber vencido.
El tanto del paraguayo Tonny Sanabria (m.21) no mermó un ápice la ilusión y el rendimiento del equipo de José Luis Mendilíbar, que aunque falló las ocasiones más claras se encontró con un penalti polémico que no desperdició el chileno Fabián Orellana (m.72).
Sigue en la zona europea el Betis, aunque es sexto tras ser superado por el Alavés, que el viernes venció en Anoeta a la Real Sociedad (0-1).
EFE
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