Mar Souto Romero
En 2018, estamos siendo testigos de cambios sin precedentes en la fuerza de trabajo, el lugar de trabajo y las tecnologías utilizadas.
Deloitte una de las marcas más potentes del mundo en el mundo de la auditoria, ha entrevistado a más de 11,000 líderes empresariales y de recursos humanos, así como a ejecutivos de las principales organizaciones de hoy, y todos ellos verifican que se está produciendo un cambio fundamental. Las organizaciones ya no son evaluadas en función de métricas tradicionales, como el rendimiento financiero o incluso la calidad de sus productos o servicios. Por el contrario, las organizaciones de hoy son cada vez más juzgadas sobre la base de sus relaciones con sus trabajadores, sus clientes y sus comunidades, así como su impacto en la sociedad en general, transformándolas de empresas comerciales a empresas sociales o lo que es lo mismo a EMPRESAS CONSCIENTES.
A pesar de la recuperación económica que el mundo ha visto desde 2008, muchas personas se sienten frustradas porque las ganancias financieras no hayan podido mejorar la vida de las personas, abordar problemas sociales, apoyar la estabilidad política o mitigar las consecuencias del cambio exponencial y por ende el desconocimiento de la tecnología. La gente de hoy tiene menos confianza en sus instituciones políticas y sociales que en años; muchos esperan que los líderes empresariales y por ende cualquiera de nosotros, personas normales de a pie, llenen el vacío. Es por ello que cualquiera de nosotros con las habilidades necesarias podemos convertirnos en líderes conscientes.
Además McKinsey Global Institute (MGI), que cuenta con la participación de expertos del departamento de Economía de Oxford y el Banco Mundial nos dice que en la década de 2030, ante la explosión de la automatización, se estima que entre 400 y 800 millones de personas en todo el mundo tendrán que cambiar de trabajo ante la llegada de los robots, ya que aproximadamente el 25% de los puestos de trabajo será automatizado.
Las profesiones más afectadas serán las que suponen trabajos en entornos previsibles, o empleos como contable, oficinista, seguros, etc.
Esto nos convierte en protagonistas indiscutibles de los nuevos tiempos, porque ¿qué vamos a hacer, quedarnos sentados viendo como el tsunami de la robótica nos sustituye o nos convertimos en agentes del cambio, consciente, reenfocándonos en un nuevo camino antes impensable? Hoy tenemos la tecnología, tenemos acceso al mejor conocimiento, y nos tenemos a nosotros mismos. Quizás la pregunta es ¿Y tengo las habilidades para ser mi propio líder, y ser partícipe de la nueva empresa social?
Comportarse como una empresa social y gestionar las macro tendencias del entorno externo exige de manera efectiva un nivel sin precedentes de visión multifuncional, conectividad y colaboración. El líder consciente es la próxima etapa en la evolución continua de los modelos de liderazgo, y será una función de todos.
A medida que crece el poder del individuo, las organizaciones están modernizando sus enfoques de gestión de la fuerza de trabajo, sistemas de recompensas y modelos de carrera para escuchar y responder mejor. En particular, a medida que los trabajadores y las redes fuera de la organización crecen en importancia, las empresas se esfuerzan por establecer relaciones efectivas y continuas con cada segmento del ecosistema de la fuerza de trabajo. (Informe Deloitte).
El desafío, por tanto, es encontrar nuestro lugar, y encontrar la forma de abordar de manera apropiada las preferencias y prioridades de cada uno de nosotros, al mismo tiempo que buscar el mejor encaje en la interactuación con un conjunto más diverso de trabajadores y segmentos de la fuerza laboral que nunca antes había ocurrido. ¿Estamos preparados?
marsouto.romero@gmail.com
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