La finalidad del derecho es la justicia como valor superior y ésta, a su vez, busca la consecución de la paz. La paz significa tranquilidad, armonía, ausencia de violencia, es decir una situación de sosiego y equilibrio en el individuo, la sociedad y las relaciones entre los seres humanos y entre éstos y el poder político.
También se suele considerar a la paz como la no violencia, pues al ser un valor, tiene su antivalor que es la violencia, el conflicto, la confrontación. El conflicto es un elemento existente en toda sociedad, pues los individuos y los grupos sociales tienen intereses distintos y a veces diversos que suelen colisionar. El conflicto no es positivo ni negativo en sí, lo importante es la forma en la que se plantea y cómo se resuelve; ha sido una de las fuerzas motivadoras del cambio social y mejora de las relaciones humanas.
Para algunos estudiosos del tema existen varios tipos de paz, como: la paz positiva, la negativa o estática, la paz interna, la externa, la paz social, etc. Nosotros haremos énfasis en la paz social, pues es ésta la que busca el bienestar de la sociedad en su conjunto, entendida como la demanda de necesidades básicas y fundamentales de los individuos, como su integridad, dignidad y derechos. Ese bienestar no sólo debe ser económico, como la provisión de bienes y servicios, sino un estado de respeto a la ley por gobernantes y gobernados, de justicia sin exclusiones, un estado de derecho y de valores democráticos.
El Estado administrado por el gobierno debe buscar el bienestar colectivo, es decir el bien común y para ello tiene que poner a disposición de esa finalidad todos los recursos públicos y privados, de tal manera de conseguir la paz social como finalidad del poder. Así, Fernández García dice al respecto: “En este sentido ya en el pensamiento clásico… la justificación del derecho va a ser precisamente la consecución de la paz social”.
Encontramos como uno de los elementos de la paz social a la democracia, es decir un sistema de gobierno basado en el consenso, entendimiento entre partes con intereses encontrados, de buenas relaciones entre gobernantes y gobernados, y fundamentalmente ajustado al cumplimiento de las leyes, es decir el “estado de derecho”.
La otra forma gubernamental de conseguir la paz, es la paz impuesta, la paz del silencio, la paz de los muertos, donde la paz es resultado del temor, de la violencia del poder político sobre los ciudadanos, de la absoluta ausencia de justicia, la paz de las dictaduras y en consecuencia es una falsa paz, de sometedores y sometidos no a la ley, sino a la voluntad y capricho de uno o unos pocos.
La paz como valor jurídico, es una realización de la justicia en las relaciones entre los individuos y de éstos con el poder, pero partiendo de la paz consigo mismo, con los demás y con el medio o entorno en que se vive. Por ello el Derecho como medio, producto y defensor de la paz, es el vehículo para conseguirla, el derecho que elabora, impone y defiende la ley, de donde inferimos que el “estado de derecho” es la justicia y ésta la paz.
En estos días en que recordamos la “natividad” o venida de Dios a la tierra (para los cristianos), o una fiesta de encuentro familiar o del amor humano a los demás para todos, en buena medida estamos festejando la paz originada en el amor, la justicia y la libertad, que es una de las finalidades de la democracia.
A nuestros amables lectores, nuestros deseos de paz y amor en esta Navidad.
El autor es Abogado y Politólogo.
Usurpado el 7 de octubre de 1970, por defender EL DIARIO |
Dirección:
Antonio Carrasco Guzmán
Jorge Carrasco Guzmán |
Rodrigo Ticona Espinoza |
"La prensa hace luz en las tinieblas |
Portada de HOY |
Caricatura |