Que el nacimiento de Jesús traiga consigo un tiempo de paz, perdón, unión y comprensión entre hermanos
Todo el mes de diciembre, las calles se llenaron de luces coloridas augurando la llegada del Niño Jesús, fecha en que las tensiones terrenales debieran bajar e imponerse la comprensión y tolerancia, además de primar la unión en la humanidad.
En esta fecha, la familia tiene que estar en el hogar, rodeada de amor y esperanzas en días mejores; aunque puede ser que el aspecto económico en este 2018 no hubiera tenido características similares para todos.
La desigualdad que persistió durante los anteriores 11 meses del año, anoche brotó de lamentable manera; cuando algunos disfrutaban de riquezas materiales y los más debieron conformarse con mirar vitrinas e irse a dormir con el estómago vacío.
Con la seguridad que la presencia de Jesús estuvo con más intensidad en esos corazones abandonados y carentes; hoy vivimos un 25 de diciembre esperanzados en un futuro mejor para los bolivianos.
En Navidad, nos encontramos con el momento del año en el que más sentimientos activos afloran hacia amigos y familiares, por la tanto la esperanza es el mejor regalo que puede venir a nuestro encuentro hoy y para el resto de nuestras vidas.
¡Feliz Navidad!
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