Buscando la verdad
Mucha gente está preocupada por el 2019 -año electoral en Bolivia- con un nuevo escenario político en derredor, una guerra comercial parcialmente contenida entre las dos principales potencias económicas mundiales y el futuro del precio del petróleo que afecta mucho a nuestro comercio exterior.
No solo los empresarios sino también los jefes de hogar que dependen de las unidades productivas y comerciales que los emplean, están preocupados, porque si a las empresas les va bien o mal igual les irá a ellos, motivo por el cual sería razonable que la entidad que dice representarlos -la Central Obrera Boliviana (COB)- actuara en consecuencia, aunque lamentablemente no lo hace.
Es un hecho perfectamente constatable que en épocas electorales resulta difícil esperar en cualquier país, un comportamiento ascendente de las inversiones, mucho más en el nuestro, en un momentum político extremadamente delicado.
¿Qué se debería hacer para mejorar la confianza en los agentes económicos -empresarios, trabajadores y consumidores- para que sus expectativas se reanimen, el crecimiento no languidezca y no se retroceda en todo lo avanzado, especialmente en el ámbito social? Muy sencillo: ¡Hay que mejorar la confianza!
Frente al nerviosismo y la cautela del mercado, urge despejar toda interrogante que inhiba la inversión en función de aumentar drásticamente la producción y las exportaciones del país, especialmente estas últimas, para revertir la tendencia declinante de las Reservas Internacionales Netas (RIN) del Banco Central de Bolivia (BCB).
Dicho de otra manera: Debe alentarse la inversión, la producción y la exportación, hoy más que nunca y, para ello, la seguridad jurídica debe estar plenamente garantizada: Seguridad jurídica no solo significa tener leyes, sino también instituciones que las cumplan y las hagan cumplir, como manda la Constitución Política del Estado (CPE).
“Necesitamos señales positivas”, me dijo un reconocido empresario boliviano, “para no retroceder como Brasil o Argentina -ni qué decir Venezuela- la economía no debe parar de crecer y para eso debemos invertir más, precisamos garantías y señales correctas para la inversión nacional y extranjera”, enfatizó.
¿Ejemplos de algunas señales positivas? Autorización del pleno uso de la agrobiotecnología; libre exportación de excedentes; producción de biodiésel; precio justo para la úrea; Hub Aéreo en Viru Viru; construcción de Puerto Busch y desarrollo del Proyecto Rositas. Con ello Bolivia crecería, sin parar, más del 7%.
El autor es Economista y Magíster en Comercio Internacional.
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