Es indudable que han sido postergadas en forma permanente grandes obras para La Paz, lo que impide en gran manera el desarrollo del departamento. Nos referimos a obras proyectadas como un puente en el estrecho de Tiquina y la carretera de La Paz a Cochabamba por Río Abajo. En lo que respecta al puente, por diferencias de criterio entre el ex-Gobernador César Cocarico y el actual Félix Patzi dicho proyecto no avanza, motivo por el cual poblaciones aledañas al estrecho se está movilizando para lograr dicha construcción, argumentando que el movimiento económico que generan las visitas de turistas a esas zonas ha decaído en forma notoria, especialmente desde La Paz hasta Copacabana, al igual que a las poblaciones de San Pedro y San Pablo de Tiquina.
Copacabana, que fue un gran centro turístico, se ha convertido era un pueblo sin mayor actividad, al extremo que su aeropuerto carece de movimiento turístico. La zona donde está el lago Titicacaca, el más alto del mundo, con una profundidad de más de tres mil metros, actualmente languidece por falta de actividad económica y presencia de peregrinos. Un factor principal para la disminución de visitantes a Copacabana es el peligro que supone cruzar el estrecho de Tiquina en barcazas, lo que los ahuyenta.
Ese estrecho tiene una considerable profundidad y el problema es, reiteramos, que para atravesarlo actualmente se utiliza balsas o lanchas improvisadas, que no dan garantía de seguridad a los pasajeros. Es decir que los accidentes al cruzarlo provocan temor que cunde permanentemente. Y en muchos casos si los pasajeros piden que se les dé salvavidas, no los consiguen. Mientras tanto la obra está postergada por cierta dejadez de las autoridades políticas.
Otro tanto ocurre con la construcción del camino La Paz-Cochabamba por Río Abajo, que es sin duda una obra muy importante para el desarrollo del departamento, porque la actual carretera La Paz-Oruro, yendo hasta Caracollo, es una vía con problemas, particularmente cuando surgen paros y manifestaciones de sectores sociales por variadas demandas, paralizando el tráfico de motorizados hacia Oruro y Cochabamba. Estos tumultos ocasionan retrasos en el transporte vehicular hacia el valle, perjudicando a pasajeros y comerciantes. En cambio con la nueva vía a Cochabamba por Río Abajo se solucionaría estos problemas, ya que la ruta es directa y sin interrupciones y favorecerá a muchas poblaciones productoras. Sobre todo se reducirá el tiempo de viaje hasta Cochabamba, pues con la carretera antigua se tarda 8 horas para llegar al valle.
La carretera La Paz-Cochabamba por Río Abajo es considerada como una vía de alto potencial productivo, económico y de conexión entre altiplano, valles y yungas, con las vegas de Araca y vía Cochabamba con el oriente. Por ello las poblaciones intermedias se beneficiarían porque podrán trasladar sus productos a los centros de consumo en La Paz y Oruro, además que crecerá el turismo y hotelería que se implantaría en muchos parajes, por la belleza natural del valle y el trópico de las zonas de paso. Surgirían nuevas fuentes de trabajo en las regiones por donde pase la carretera. Por todo ello, es muy importante tal obra para La Paz. Es una forma de hacer patria y relegar una política paralizante y destructora.
El autor es Profesor Emérito UMSA.
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