II
Antonio Pulido
España se sitúa en el puesto 17, formando parte de los innovadores moderados, entre los que también se encuentran Italia o Portugal. Con 78 puntos, nos situamos no sólo detrás de líderes en innovación (más de 120 puntos para Suecia, Dinamarca, Finlandia u Holanda), sino también de innovadores fuertes (por encima de los 100 puntos de promedio UE).
Nuestros puntos débiles comparativos parecen situarse en el capital-riesgo, en los gastos en innovación de las empresas (en particular los que no son I+D), la colaboración público-privada (p.ej. publicaciones conjuntas) y la relativa escasez de innovadores entre las PYMES en procesos/productos o marketing/organización. Por el contrario destacamos en recursos humanos disponibles, banda ancha, formación empresarial en TIC, marcas comerciales o publicaciones científicas internacionales en colaboración.
Pero no sólo es importante la comparación ínter-países, sino que también es relevante la ínter-temporal. Así en los siete últimos años la evolución de los factores innovadores en España relativa al esfuerzo en el conjunto de la UE, nos proporciona claves de en qué puntos ganamos o perdemos posiciones. Las principales señales de peligro (retraso adicional respecto a la media UE) se localizan en capital-riesgo, co-financiación público-privada, estudiantes extranjeros de doctorado, innovación en las PYMES, gasto público en I+D o gasto empresarial tanto en I+D como en otra innovación y diseño…
Con motivo de la elaboración del Informe Cotec 2018 se ha presentado un diagnóstico de situación e impulso de la innovación en España, con particular atención al esfuerzo en I+D. Su dictamen es la opinión de un observador especialmente cualificado y de amplia trayectoria, desde su constitución hace más de 25 años por iniciativa del propio rey Juan Carlos.
El punto de partida es reconocer que “dar la espalda a la I+D es un coste de oportunidad que no se puede permitir ninguna empresa, institución o país que aspire al liderazgo”. Y España, con sólo un 1,2% de su PIB dedicado a I+D (frente al 2% promedio de la UE-28), está poniendo en peligro su futuro:
“Un año más la I+D no está acompañando al crecimiento económico de nuestro país... La inversión se mantiene -por sexto año consecutivo- por debajo del crecimiento del PIB, lo que nos aleja otra vez de los países de nuestro entorno y del conjunto de la UE”. Entre 2009 y 2016, la UE-28 aumentó su inversión total en I+D en un 27,4%, mientras España la redujo en un 9,1%, según datos oficiales. La inversión pública, incluso ha disminuido un 60% durante ese periodo.
Aunque la inversión en I+D sea sólo un componente del impulso innovador de un país, su carácter estratégico lo convierte en una referencia esencial. Si se debilita el esfuerzo en I+D, se pone en peligro el edificio entero de la innovación…
Ese largo camino a recorrer para potenciar la innovación tecnológica, económica y social, hunde sus raíces en un esfuerzo sostenido en I+D, aunque no sea suficiente para garantizar su efecto multiplicador. Como bien subraya Cotec, el complejo mundo de la innovación incluye todo cambio (no solo tecnológico), usado en el conocimiento (no solo científico), que genera valor (no solo económico).
http://www.twitter.com/@PsrA
Ibercampus.es
Usurpado el 7 de octubre de 1970, por defender EL DIARIO |
Dirección:
Antonio Carrasco Guzmán
Jorge Carrasco Guzmán |
Rodrigo Ticona Espinoza |
"La prensa hace luz en las tinieblas |
Portada de HOY |
Caricatura |