SALUD
La estética corporal suele ser la mayor preocupación en la mujer, sin percatarse que hay otras partes internas del cuerpo que merecen más atención, como la zona íntima femenina. La que muchas veces pensamos está bien con un simple baño y nos olvidamos del tema hasta que comenzamos a sentir alguna molestia o incomodidad.
La ginecóloga Esther Lecoña advierte que no se debe restar importancia a la zona genital, que con los años puede derivar en una atrofia vaginal, producto de la menopausia con mayor frecuencia y, en otros casos, después del parto, en los que la sintomatología es la que alerta sobre su presencia.
“La menopausia es la etapa clave en la que se acentúa este problema. Pues la atrofia vaginal es un estado de adelgazamiento, sequedad e inflamación de las paredes de la vagina, provocado principalmente por la disminución de la cantidad de estrógeno, que es la principal hormona sexual femenina”, enfatiza la ginecóloga.
A continuación la especialista enumera algunos de sus síntomas principales:
1.- Sequedad vaginal, es un síntoma frecuente que deriva de una menor lubricación.
2.- Molestias durante las relaciones sexuales, lo que conlleva la pérdida en el interés por la actividad sexual.
3.- Sangrado leve después de mantener relaciones sexuales.
4.- Ardor vaginal al orinar.
5.- Incontinencia urinaria (en mujeres de edad muy avanzada).
6.- Prolapso vaginal, ocurre cuando las paredes vaginales de desplazan hacia abajo.
CAUSAS
La edad aproximada en la que comienza la menopausia en la mujer está entre los 45 a 55 años. Y es cuando comienza la atrofia vaginal que se produce por la reducción del nivel de producción de estrógenos que son generados por los ovarios, las glándulas suprarrenales y la placenta durante el embarazo. “Tampoco es un padecimiento exclusivo de la menopausia, sino que puede darse en los años previos (perimenopausia) por otras razones como el postparto que es cuando baja el nivel de estrógenos y se tiene como consecuencia: pérdida del líbido, mucho dolor en el acto sexual y sequedad en la zona genital”, explica Lecoña.
Otras de las causas de la atrofia vaginal son: la extirpación de los ovarios, la aplicación de radioterapia pélvica y la aplicación de quimioterapia para tratar el cáncer, y como efecto secundario de un tratamiento hormonal empleado para el cáncer de mama. La ginecóloga enfatiza que existen algunos factores de riesgo que pueden aumentar la probabilidad de sufrir una atrofia vaginal tales como: el tabaquismo y la falta de actividad sexual.
TRATAMIENTOS
En la actualidad existen múltiples tratamientos eficaces para combatir los síntomas de la atrofia vaginal y no es bueno que la mujer se acostumbre a vivir con todas estas molestias. En su lugar se deben modificar algunos hábitos de vida como dejar el tabaco y en otros casos incluir tratamientos con hormonas y otros naturales.
“Existen múltiples tratamientos uno de ellos es un gel que contenga estrógenos que debe ser aplicado con la mano limpia o con un aplicador al interior de la vagina cuya función es rejuvenecer los tejidos. Otra alternativa es el láser que cumple la misma tarea, pero esta debe realizar por los menos cada 3 meses para tener el resultado deseado”, afirma Lecoña. También está la terapia hormonal que consiste en tabletas vía oral, previa muestra de Papanicolaou, estudio de mamografía y descartando cualquier tipo de cáncer en la persona. Se procede a su dosificación sin mayores problemas. De ahí la importancia de acudir a un especialista antes de comenzar cualquier tratamiento. “También están los fitoestrógenos que son los estrógenos naturales que contienen los alimentos como el garbanzo, la quinua y la soya principalmente. Que pueden ser complementados con otros medicamentos que contengan soya, calcio y vitamina D”, dice la especialista.
PREVENCIÓN
Una manera de prevenir que los síntomas se acentúen es acudir a consulta médica durante la perimenopausia, que oscila entre los 40 a 45 años de edad, que es cuando la mujer comienza a tener una menstruación irregular que le viene cada 3 a 4 meses incluso cada 6 meses para comenzar el tratamiento a temprana edad.
- Mantener una rutina de vida saludable.
- Consumir aceite de oliva, espinaca, frutos secos y verduras.
- Rutina de ejercicios físicos y de actividad muscular constante.
- Tener una actividad sexual disminuye los riesgos de atrofia vaginal.
Dejar de fumar.
La mujer está cada vez más informada respecto al tema y ya no tiene temor de preguntar a los médicos acerca de los problemas que afecta su salud, sexualidad y calidad de vida.
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