Dos médicos y una enferma fueron aprehendidos ayer en Warnes, Santa Cruz, por la muerte de un recién nacido a causa de las lesiones que le causaron con un horno microondas, en el intento de improvisar una incubadora, informaron sus compañeros de trabajo en el hospital Nuestra Señora del Rosario.
Por su parte el secretario de Salud de la Gobernación de Santa Cruz, Óscar Urenda, informó que los tres profesionales también fueron suspendidos de sus tareas en el hospital municipal de Warnes.“Ellos están suspendidos, tienen que estar suspendidos. Ese niño necesitó atención, el hospital estaba saturado y hubo una mala praxis no hay duda, hubo una mala praxis al improvisar una incubadora para tratar de salvar la vida al niño”, dijo Urenda.
También indicó que personal de su dependencia se encuentran en el centro médico realizando una auditoría médica, para conocer si se cumplió con los protocolos determinados para este tipo de emergencias. Público. “Se improvisó mal, sin cumplir protocolos”, agregó.
El jueves en la mañana una madre dio a luz a un neonato prematuro. Los médicos determinaron que el niño sea ingresado en una incubadora, pero ante la falta de una libre en la sala de recién nacidos, se lo puso en una maquina construida de manera artesanal, donde el bebé recibió quemaduras de tercer grado, hasta causarle la muerte. (Fides)
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