Abogado torturaba hasta con descargas eléctricas

Juan Antonio C. no pudo contener las lágrimas al recordar cómo fue torturado, golpeado, despojado y secuestrado. Y recordó con indignación el momento en que el abogado Jhasmany T. amenazó con violar a sus hijas, por lo que tuvo que mandarlas al exterior.

Recientemente, la población fue sorprendida con la historia de Torrico L., más conocido como el “abogado del diablo”, por los procedimientos que usó para torturar y amenazar.

Tenía nexos con policías, fiscales y jueces. Gozaba de privilegios en la cárcel del Abra de Cochabamba donde estaba recluido. El jueves, cuando fue enviado al penal de máxima seguridad de Chochocoro, sonrió y se dejó sacar fotografías como un artista.

Todo empezó con la historia de Antonio C., mecánico de oficio, y con un taller en Cochabamba. Es casado y padre de tres hijos (dos mujeres y un varón), fue víctima del abogado y su grupo quienes le despojaron 20 mil dólares, el ahorro de toda su vida. El afectado fue entrevistado por la una red televisiva.

Su tortura comenzó el 16 de marzo del 2018 cuando por reclamar los 20 mil dólares que había entregado por el anticrético de una casa. La víctima y la dueña del domicilio (Elena) no hicieron un documento porque la casa donde vivía en anticrético no estaba saneada, por ello hicieron un acuerdo verbal.

El caso llegó hasta instancias judiciales para la devolución del dinero. La jueza ordenó la devolución del dinero porque se cumplió la fecha del acuerdo, pero la dueña de la casa se negó a hacerlo.

El 16 de noviembre vino una persona a pedir auxilio a su taller: “Me llevaron en un vehículo, en el trayecto subieron otras dos personas, de repente el que estaba al lado izquierdo me puso un cuchillo en la costilla y puso su brazo derecho en la nuca. Una cuarta persona, que subió, me hizo pasar corriente por mi espalda”, relató.

Preguntó: ¿Dónde me están llevando? ¿Quiénes son ustedes? le dijeron que tenía una denuncia en Diprove.

El mecánico, de 50 años, fue vendado. Fue amenazado de muerte. “Trataba de darme cuenta dónde me estaban llevando, pero me hacían pasar corriente”, afirmó.

“Mi capitán, ya lo tenemos al sujeto, donde le llevamos. Mi teniente ya está acá. Así hablaban de grados. Yo estaba vendado”, indicó.

Llegaron a un predio donde estaban los dueños de la casa que tenían el dinero del anticrético (Elena y José y junto a ellos su hijo Gustavo y la nuera que era familiar del Jhasmany T.). De pronto salió el “abogado” de un cuarto y dijo: “este es el cabr… que quiere recoger la plata”. “Había una persona con chaleco de la Felcc. Yo no los conocía. Pusieron la plata en la mesa. Me dijeron: vas a contar la plata, conté algo de dos mil dólares, me sacaron foto, me hicieron firmar a la fuerza dándome patadas y puñetes en la cara para que ya no les cobre”, relató.

Jhasmany se puso en frente del mecánico para obligarlo a firmar el documento propinándole golpes en la cara con la ayuda de otras tres personas. “Me metían en un bañador con agua para hacerme pasar corriente: Si vas a denunciar te vas a morir, me decían”.

El abogado torturador no conoce de límites. Amenazó al mecánico con violar a sus hijas (de 10 y 17 años de edad), sabía dónde estudiaban y a qué hora salían.

“Si vas a denunciar la vamos a violar a tu hija. ¿Cuántos años tiene la mayor? 17, esa me gusta la vamos a romper y ¿la otra? 10 años la vamos romper a esas m…”, recuerda el afectado sobre las paradas del abogado.

Antonio tuvo que sacar del país a sus hijas para resguardar su seguridad. “De este tipo cualquier cosa podía esperar. Solo le llamo a mi hija en las noches. No estoy tranquilo, quiero ayuda”, pidió.

“Tengo la esperanza de recuperar mi plata, yo trabajé incluso los domingo para tener esa plata de ahorro le pido a Dios y la Felcc que me ayuden a recuperar mi plata, es mi sacrificio”, afirmó en medio de llanto.

Antonio sintió en carne propia cómo operaba el “abogado del diablo”, protegido por peligrosos delincuentes y policías corruptos.

Operaba también desde su bufete “Lecler Asociados”, donde confluían abogados, fiscales y jueces que están en la mira de la justicia.

La Fiscalía de Cochabamba emitió ocho órdenes de aprehensión, contra dos jueces, un fiscal, cuatro policías y una persona particular, acusados de formar parte del consorcio del abogado. (Urgentebo)