El ingreso a plaza Murillo solo era para personas autorizadas y se desplegó dos anillos de seguridad. El festejó se prolongó por varias horas y con el consumo de bebidas alcohólicas
“La vieja casona quemada”, como lo calificó el vicepresidente Álvaro García al histórico Palacio Quemado, continúa como escenario principal para los actos protocolares del Gobierno central. El centenario edificio se vistió de luces y de gala con grandes cuadros de Simón Bolívar y Antonio José de Sucre, con la tricolor boliviana, con alfombra roja y vigilada por los Colorados de Bolivia, Escolta Presidencial que esperó la salida y llegada del presidente Evo Morales, quien junto a otras autoridades vieron desde los balcones el desfile cívico militar.
Desde muy temprano, el personal de limpieza se dispuso a remozar el balcón de Palacio Quemado, lo engalanaron una vez más con la tricolor y los cuadros de ambos próceres, los pisos de madera del Hall una vez más fueron pasados con cera. Desplegaron una alfombra roja que comenzaba desde la puerta principal de esas instalaciones y llegaban hasta las gradas del edificio de la Asamblea Legislativa.
Después de la foto oficial del gabinete ministerial con el presidente Evo Morales en el nuevo edificio del Ejecutivo, el mandatario esperó en el pasillo que conecta las nuevas instalaciones con Palacio Quemado a la comisión parlamentaria, que lo invitó y dirigió hasta la Asamblea Legislativa para que haga conocer su informe de gestión.
El discurso de Morales fue de 51 minutos, el más corto de sus 13 años de Gobierno. Después de su intervención en el legislativo acompañado por el vicepresidente Álvaro García, los presidentes de ambas cámaras del Legislativo, el canciller Diego Pary y otras autoridades, retornaron a las instalaciones de la Palacio Quemado para observar el desfile cívico militar que pasó a los pies del histórico edificio.
En contraste, en el nuevo palacio se divisaba poca presencia de funcionarios públicos en un ambiente gélido. Fue inaugurado en agosto del 2018, se invirtió aproximadamente 34 millones de dólares y cuenta con 28 pisos que alberga a los servidores públicos del Ministerio de Comunicación y de la Presidencia.
Pero no cuenta con las características requeridas para que se desarrolle un desfile cívico militar que pase por la puerta principal, ubicada en la estrecha calle Potosí.
ASISTENTES
El centro del poder político tiene cuatro accesos, pero solo uno de ellos fue habilitado para el ingreso de personas debidamente acreditadas que estaba ubicado en la intersección de las calles Ballivián y Colón donde desde muy temprano hubo largas filas de los servidores públicos de diferentes ministerios que estaban esperando ingresar a la plaza Murillo para ser parte de la celebración.
Antes que comience el desfile cívico militar, el control sindical de las diferentes organizaciones sociales estaban realizando el control de los asistentes, portaban cuadernos que eran firmados por los afiliados. Además les entregaban fichas que iban ser reclamados en una posterior asamblea.
SEGURIDAD
Desde las 05.00 el personal de la Policía Militar (PM) de las Fuerzas Armadas y la Policía Boliviana instalaron cordones de seguridad por las calles aledañas. Solo aquellos que tenían credenciales de funcionarios o militantes del MAS ingresaron.
Cortaron la circulación vehicular las calles Mercado, Potosí, Comercio, Ingavi, Indaburo; además de las vías donde está el Tribunal Departamental de Justicia, Genaro Sanjinés; hasta la iglesia La Merced
DESFILE
El desfile cívico militar comenzó a las 10.45, primero ingresaron los sectores sociales, las federaciones de juntas vecinales afines al MAS y grupos que llegaron de distintas partes del país. Después ingresaron los militares de las tres fuerzas de la institución castrense que se prolongó por casi una hora.
Se armaron dos palcos, uno frente a la Catedral Metropolitana y el otro al frente de palacio de gobierno, donde estaban los ministros de estado, los embajadores y el cuerpo diplomático del exterior, además de los legisladores del oficialismo.
Al promediar las 11.59 el cielo se nublo y llovió de forma discontinua, pero una hora después cayó una intensa lluvia que ocasionó que las autoridades de gobierno se retiren. Solo quedaron los ministros de Gobierno, Defensa, Educación, Desarrollo Rural y Energía, a quienes alcanzaron un plato de comida y tuvieron que comer parados acurrucados a un lado del palco principal.
EXCESOS
El consumo alcohol no pasó desapercibido. Por las calles aledañas a la plaza Murillo grupos de asistentes bebían alegres, comían y tiraban en las aceras platos desechables, vasos y otros.
En un video que circuló en las redes sociales se vio al exministro de la Presidencia y actual embajador de Bolivia en Cuba, Juan Ramón Quintana, que era recibido con abrazos y felicitaciones por los integrantes de los sectores sociales.
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