Insensibilidad de autoridades pone en riesgo salud pública

Mientras el ministro de Medio Ambiente y Agua, Carlos Ortuño, dio un plazo de 60 días a la Alcaldía paceña para presentar un plan de cierre del relleno sanitario de Alpacoma y su traslado definitivo, la Municipalidad anuncia un análisis técnico para determinar si corresponde la determinación de esa Cartera de Estado; entretanto, la ciudadanía se encuentra expuesta al riesgo de cualquier enfermedad ante la continua acumulación de basura.

Ortuño solicitó al Gobierno Municipal de La Paz (Gamlp), una auditoría ambiental sobre las afecciones al medioambiente y la salud de la población que habita en cercanías del lugar afectado.

Por su parte, la secretaria municipal de Gestión Ambiental, Mariana Daza, manifestó ayer que aún espera la nota formal del Ministerio de Medio Ambiente y Agua sobre el relleno sanitario de Alpacoma, para su respectivo análisis técnico.

Daza manifestó que revisarán y analizarán cada uno de los argumentos técnicos y que si corresponde se acatará la determinación del Ministerio de Medio Ambiente y Agua.

Tras inspecciones de esa Cartera de Estado, Ortuño dijo que se evidenció la inestabilidad en la estructura del relleno, la inoperabilidad de la planta de tratamiento de lixiviados, además de la conclusión de su vida útil.

Aseguró que el deslizamiento de basura afectó el área de operación del relleno sanitario, además cruzó el límite de un predio colindante hasta el río Alpacoma.    

De acuerdo al informe técnico presentado, el deslizamiento en el relleno sanitario fue ocasionado por la sobrecarga en la macrocelda 4, cuya estructura fue elevada 10 metros adicionales respecto del diseño original, además se evidenció la inexistencia de canales pluviales en la parte superior.

Señaló que el volumen deslizado de residuos en el relleno alcanza a 200.000 toneladas y 10.000 metros cúbicos de lixiviados de cinco estanques, afectando un área de 10 hectáreas.

La viceministra de Medio Ambiente, Cynthia Silva, explicó que el relleno de Alpacoma fue habilitado en 2004, desde entonces funcionaba con licencias temporales, su vida útil solo era de 13 años, que según el “Manifiesto Ambiental”, concluyó en 2017.

En este caso –dijo– hay un incumplimiento tanto de la Gobernación como del Gobierno Municipal de La Paz.

Las autoridades determinaron que el Gamlp busque un nuevo relleno sanitario o plantee una solución alternativa, porque el actual botadero no esté en condiciones de operar. Asimismo, se instruyó la activación de un plan de monitoreo y reporte periódico de la calidad hídrica y de la calidad del aire para verificar el grado de incidencia de los residuos sólidos esparcidos al aire libre y la posible afectación a las comunidades y zonas aledañas al relleno sanitario.