Manuel Monroy Chazarreta

Hola, mi nombre es Manuel Monroy Chazarreta. Nací el 18 de septiembre en La Paz. Soy hincha del poderoso club The Strongest. Actualmente doy conciertos, escribo, doy clases y trabajo en el Consejo de la Fundación Cultural del Banco Central.

LG: ¿CUÁL ES TU MAYOR TESORO?

M: Mis historias familiares. Mi abuelo Andrés, un luchador de cepa, funda una compañía de música y danza a inicios de 1900, todos hablaban quechua, funda la segunda etapa del nacionalismo argentino, lo negaban, lo despreciaban. Hoy el 29 de mayo, día de su nacimiento, es día del folklorista argentino. Mi abuelo paterno, chofer y técnico de locomotoras, tratan de cambiarle la patria, nació en Antofagasta cuando era de Bolivia, pero decide luego retornar a su país, muere en Viacha, muy joven. La historia de mi padre cruza el Siglo XX de manera vital, soldadito en el chaco, joven revolucionario funda el MNR en casa de un tío en Viacha, Ministro de trabajo de Villarroel, funda la FSTMB, Ministro de Educación de la revolución nacional, muy perseguido en los 20 años de dictadura. Mi madre, eximia concertista de guitarra, alumna de Andrés Segovia. Mis tesoros.

LG: SI VOLVIERAS A NACER, ¿QUÉ CAMBIARÍAS DE TU VIDA?

M: Me hubiera gustado ser pianista de jazz y director de orquesta, un Michel Camilo. No se me dio, mi talento quedó cercenado por una realidad dura de sobrellevar.

LG: FÍSICAMENTE, ¿CAMBIARÍAS ALGO?

M: La panza (sonríe). Espiritualmente me gustaría cambiar más, soy muy irracional, ilógico, full romántico.

LG: ¿CUÁL ES TU MAYOR FORTALEZA?

M: La honestidad. El inventarme proyectos sin motivo. Soy un naif, cuasi adolescente, acabo de hacer mochila por las playas más cercanas del Perú, necesitaba respirar mar, mi espíritu juvenil me da la orden y mi cuerpo ya no responde.

LG: ¿CUÁL ES TU MAYOR DEBILIDAD?

M: El miedo, me pone candados.

LG: ¿QUÉ ES LO MEJOR QUE HAN OPINADO DE TI?

M: Los prólogos de mis libros son entrañables, sobre mi música no se dice mucho.

LG: ¿Y QUÉ LO PEOR?

M: Me insultan en las redes cuando toco para Evo, como si fuera un pecado.

LG: ¿CÓMO TE DESENCHUFAS DE TU RUTINA?

M: En mi refugio en Cochabamba. Mi vida se ha vuelto trabajar en La Paz, descansar y pensar en Cochabamba, aunque descansar es un decir, tengo que responder entrevistas, por ejemplo (sonríe).

LG ¿QUÉ COSA NUNCA PERDONARÍAS?

M: Más que perdonar, olvido lo feo. Hace poco un ex amigo me estafó. Ya me olvidé.

LG: ¿QUÉ HACES CUANDO RENIEGAS?

M: Es peligroso, se me sale el tano. Mejor le casco una guacataya y listo.

LG: ¿AVENTURERO O CONSERVADOR?

M: Ambos, aventurero en proyectos artísticos, conservador en mis finanzas, siempre calculo lo mínimo para sentir que me va bien. Por eso mantengo una relación de pareja hace 21 años.

LG: ¿CUÁL ES EL MEJOR RECUERDO QUE TIENES?

M: El que me acuerdo ahurita, muy reciente, yo llego al país luego de 8 años de ausencia, directo al 24 de diciembre del 2016, todos los stronguistas no lo olvidamos jamás, jamás, campeones de Bolivia, nuestro regalo de Navidad, dice mi canción.

LG: ¿CUÁL ES EL MEJOR CONSEJO QUE RECIBISTE?

M: Trabajar para hacerlo bien por uno mismo, por autodisciplina, hacerlo bien, muy bien, a veces perfecto, nunca mal. El consejo me lo dio Alberto Salas, mi maestro de guitarra en México.

LG: ¿UNA FRUSTRACIÓN?

M: Ser artista local, no pude llegar con mis canciones al público de otros países.

LG: CUANDO TE MIRAS EN EL ESPEJO, ¿QUÉ VES?

M: A un niño asustado, un gordito bien bonachón, un guitarrista en tendinitis crónica.

LG: ¿DEFÍNETE EN TRES PALABRAS?

M: Sigo teniendo tres rotundidades: antimperialista, stronguista y que me encantan las mujeres.