Áspera Sesión de Emergencia en la OEA

(Washington. Por Erick Foronda ).– La sesión de emergencia del Consejo Permanente de la Organización de Estados Americanos (OEA) realizada ayer fue todo menos rutina. Se anticipaba que la sesión iba a estar cargada de polémica, pero el ambiente se agitó con la llegada no anunciada del Secretario de Estado de los Estados Unidos Mike Pompeo.

Pompeo llegó y casi inmediatamente hizo uso de la palabra. Esta no es la primera vez que Pompeo habla ante una sesión formal de la OEA. Pero es la primera que lo hace de una manera tan tajante. No era para menos. El candente futuro de Venezuela exige respuestas inmediatas. El Secretario de Estado tuvo un discurso corto, pero con mucha sustancia. Anunció que Estados Unidos ha decidido otorgar al gobierno reconocido del Presidente Encargado Juan Guaidó un monto de 20 millones de dólares de manera inmediata y “para comenzar”.

Todo el presupuesto será de libre disponibilidad dirigido a la ayuda humanitaria, que con tanta premura reclama Venezuela luego del largo periodo de gobierno de Hugo Chávez y Nicolas Maduro que han dejado la economía venezolana quebrada y sin salidas financieras inmediatas.

La ayuda humanitaria será enviada tan pronto como sea posible dijo Pompeo. El Secretario de Estado fue más allá todavía. Exhortó a todos los países de la OEA a sumarse a estos esfuerzos para ayudar al pueblo venezolano y reconocer plenamente al gobierno de transición del presidente Guaidó.

Su corto, pero sustancial y contundente palabra, concluyó con un llamado a una reunión extraordinaria de Cancilleres del hemisferio en el plazo mas corto posible. Tenemos que tratar todos los Cancilleres sobre como los países pueden ayudar a Venezuela durante su retorno a la democracia plena y dejando atrás el fracasado y devastador Socialismo del Siglo XXI.

Pompeo recibió aplausos, pero también se escucharon algunos gritos de protesta.

Poco más tarde, el Embajador de Bolivia ante la OEA, José Alberto “Gringo” Gonzales tomó la palabra y con un discurso corto rechazó la injerencia de Estados Unidos. Protestó vehementemente con la actitud de que los Estados fuertes se meten con los Estados más pequeños, tratando de hacer una analogía del bíblico David versus Goliat. Gonzales pidió a la OEA serenarse “retomar su esencia” y dijo que Bolivia llama al diálogo “pacífico” en medio de la crisis venezolana, de la que ya nadie puede dejar de preocuparse por las imprevisibles consecuencias que pudiera generar.

“La muerte está tocando nuestra puerta, la abrimos?”, pregunta a la audiencia Gringo Gonzales, que desde su llegada ha marcado un estilo completamente diferente al del indígena Diego Pary, ahora canciller del Presidente Morales.

Inmediatamente después que habló Gringo Gonzales una señora se levanta de la audiencia y a gritos afirma que ella es boliviana y que la reciente declaración de Gringo Gonzales no representa a los bolivianos. El Pueblo no piensa así, afirma Julia Fernández, la aguerrida señora (cuyo video puede verlo adjunto). Y para concluir su protesta repite, al igual que miles de bolivianos lo hacen en su territorio, que Evo Morales no respeta el F21.

Acabado el incidente, hizo el uso de la palabra Venezuela. Carmen Luisa Velásquez dijo que todo lo que esta ocurriendo en su país es el cumplimiento de una agenda que su gobierno (de Nicolas Maduro) ya lo había advertido muchos meses antes, porque sabían de la conspiración que se estaba gestando. Dijo que hay operaciones militares clandestinas y que estas acciones están conduciendo a su país a la violencia, pero se apresuró a absolver -aunque sin prueba alguna- de la responsabilidad de Maduro. Todo viene de afuera, dijo.

Y terminó con una frase que se escuchó como un desafío: No pienso abandonar la silla en la OEA, advirtió.

La sesión, agitada, áspera y sin ahorro de adjetivos concluyó con la intervención del Secretario General de la OEA, Luis Almagro. Basta citar una de sus frases: “el usurpador debe irse”.