Invidentes exigen inclusión social

La inserción laboral es un tema pendiente para la comunidad invidente del país que reclamó del Gobierno políticas sociales incluyentes. De acuerdo con el secretario ejecutivo de la Federación Nacional de Ciegos de Bolivia, Edwin Díaz, el sector aún es objeto de discriminación ante la ausencia de planes y programas que atiendan los álgidos problemas que viven junto a sus familias.

El representante dijo que en lo concerniente a salud, uno de los temas más críticos irresuelto es el derecho a la salud con la afiliación del núcleo familiar al seguro. En agosto de 2017, el sector asumió movilizaciones en demanda de la restitución del seguro al que accedían las familias y que fue suspendido desde 2015. Pese a las movilizaciones no obtuvieron respuesta favorable de las autoridades.

En el ámbito de la educación manifestó que hubo un mínimo porcentaje de avance, sin embargo, aún falta eliminar barreras como la discriminación existente en algunos centros educativos. Manifestó que algunas unidades educativas rechazan a niños ciegos atribuyendo que no existe el material didáctico necesario ni personal docente especializado.

EDUCACIÓN

Lamentó que no todos los maestros están preparados para impartir la enseñanza inclusiva, hoy en día ya no se habla de escuelas especiales, cuando todo profesional de la educación debería estar preparado para recibir a niños con diversos grados de discapacidad, sostuvo.

El representante manifestó también que existen barreras en la infraestructura de los establecimientos. Estos problemas afectan la inclusión de las personas y se advierten en todo nivel, desde las mismas unidades educativas, edificios hasta la vía pública. Señaló que en muy pocas calles se colocaron en las aceras y calzadas relieves para orientar a los invidentes, sin embargo, persiste el riesgo de sufrir golpes ante la presencia de postes en las mismas vías peatonales.

PARTICIPACIÓN

“Las autoridades toman decisiones sin la participación nuestra, como sector interesado debemos tener mayor acceso a los procesos de planificación de las entidades públicas para mejorar la seguridad y calidad de vida en la ciudad”, dijo.

Sin embargo puntualizó que el peor conflicto que enfrentan es la situación laboral. Afirmó que si bien existe una norma que obliga a las empresas a contratar hasta cuatro por ciento de sus trabajadores sean personas con discapacidad, para los invidentes no resultó un beneficio en los hechos.

Aseguró también que aún faltan políticas más incluyentes en el propio sector privado para implementar espacios laborales. “La inserción laboral para personas con discapacidad tampoco se cumple. Son los denominados tutores los que trabajan o familiares pero la persona discapacitada no está inserta laboralmente”, manifestó.

APOYO PARA REHABILITACIÓN

El Instituto Boliviano de la Ceguera (IBC) proporciona bastones que sirven de guía para quienes requieren el dispositivo, asimismo, material de lectura en sistema Braille, y ayuda didáctica de rehabilitación para personas que tienen discapacidades en menor grado, explicó René Ugarte, director general ejecutivo,.

Señaló que las personas con mayores dificultades de aprendizaje son los albañiles porque el tacto no se desarrolla con la facilidad respecto de otras destrezas.