Angélica Méndez Sanabria
Los residuos sólidos a nivel mundial representan un problema enorme que en muchos lugares está saliendo de todo control; las principales causas son la sobrepoblación, los estilos de vida de alto consumo y la incorrecta disposición final de los mismos. Bolivia, como Estado consumidor, es generador de más de 3.300 toneladas de basura por día solo en el eje troncal (LP-CBBA-SCZ), cuyo tratamiento y disposición final es depositarla en un relleno sanitario o en botaderos, los cuales no cuentan con mecanismos idóneos para el tratamiento de los residuos o, en su caso, ya han cumplido su periodo de vida útil. La gestión de residuos en Bolivia tan solo es un simple acopio que se deposita en basureros municipales y que demanda un gasto millonario anual que no tiene ningún tipo de retorno.
Recién desde 2018 la Alcaldía de La Paz empezó a implementar como proyecto piloto el recojo diferenciado de basura en las zonas de Miraflores y Achumani, donde se encuentran dos tipos de contenedores, uno para plástico, cartón, vidrio y metales y otro para residuos orgánicos, se prevé extender la propuesta en toda la ciudad, pero aún no existen plazos determinados. Mientras tanto, el constante incremento de residuos, su variada composición y el manejo inadecuado de éstos, está incidiendo directamente en la salud de la población, el deterioro del medio ambiente y la Madre Tierra y se está contaminando fuentes de agua para consumo humano y riego, por lo que es necesario actuar de manera inmediata y efectiva.
La solución es la industrialización de los residuos, que implica montar una planta de tratamiento de basura para aprovechar su alto valor energético y poder obtener diésel orgánico, energía eléctrica, agua y bases asfálticas entre otras. Esta actividad debe ser realizada tomando en cuenta dos componentes importantes, el primero es que los 3 niveles del Estado deben trabajar juntos, en virtud al mandato constitucional estipulado en el Art. 299 parágrafo II numerales 8 y 9, que establece que son competencias concurrentes por el Nivel Central del Estado y las Entidades Territoriales Autónomas, el tratamiento de residuos sólidos, de residuos industriales y tóxicos.
Por ello será necesario que el Estado a través del Ministerio de Medio Ambiente y Agua y el Ministerio de Energía, las Gobernaciones y los Gobiernos Municipales trabajen en la elaboración de un Proyecto de Ley de Industrialización de Residuos, por el cual se garantice una correcta, efectiva, transparente y sostenible gestión de los residuos. Y, en segundo lugar, se debe pensar en la creación de una Empresa Pública Estatal Mixta o Mixta, tomando en cuenta que los productos que se obtiene de la industrialización de residuos son considerados de carácter estratégico, en virtud a lo dispuesto en la Ley N° 466.
Se entiende por carácter estratégico cuando desarrolle su actividad económica en los sectores de hidrocarburos, minería, energía, telecomunicaciones, transporte y otros de interés estratégico para el país, que sean identificados por el Consejo Superior Estratégico de las Empresas Públicas (COSEEP), cuya finalidad sea producir excedentes económicos para potenciar el desarrollo económico productivo y financiar la atención de políticas sociales del país.
Paralelamente, mientras las autoridades desarrollan la ley y los mecanismos técnicos, administrativos y legales correspondientes, es importante que la población tome conciencia y coadyuve con la gestión de residuos a través de la disminución del uso de bolsas plásticas, la separación de residuos en orgánicos e inorgánicos, participar en eventos de educación ambiental, formas de reciclaje y socialización de las normativas ambientales para poder ejercer el control social que por Ley nos corresponde.
De este modo podremos proteger el medio ambiente, la Madre Tierra y coadyuvar en su resiliencia, asimismo, resguardar la salud de la población y, finalmente, generar recursos económicos que sean destinados para mejorar la calidad de vida de todas y todos los bolivianos, por tanto la industrialización de los residuos en Bolivia es urgente.
La autora de esta nota es Abog. M.Sc. DAEN.
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