Los deslizamientos de los rellenos sanitarios de Alpacoma, en la región de Achocalla a pocos kilómetros de dos ciudades, La Paz y El Alto, han sido calificados como un “accidente de gran magnitud” que, si no se le daba solución rápida, podía significar graves problemas para los habitantes de ambas ciudades y de regiones aledañas. Este fenómeno, que ya tuvo muestras con pequeños deslizamientos, ha sido encarado casi en forma provisional en el pasado; pero lo ocurrido el viernes 18 podía tener consecuencias catastróficas.
En muchas oportunidades este diario -al igual que muchos otros medios de comunicación- alertó a las autoridades sobre peligros que entrañan este tipo de depósitos o botaderos de basura; lamentablemente, a nadie se le ocurrió tomar nota de los graves peligros que hoy enfrentan ambas ciudades, ya que, por lo ocurrido, se dejó de depositar basura en ese lugar y los desperdicios fueron acumulados inicialmente en domicilios. Lo ocurrido es un desafío serio no solamente para las alcaldías de todo el país sino para el gobierno que, en el menor tiempo, debe encarar soluciones integrales a este problema que padecen todas las ciudades del país y, como una solución lo urgente es industrializar la basura, recurriendo a alta tecnología que si bien es cara, remedia el grave problema y, además, permite el logro de muchos otros beneficios.
Industrializar basuras es crear nuevas fuentes de empleo, aprovechar los mismos residuos para abonos, fabricación de papel, logro de energía eléctrica y otros que implican muchas ventajas porque se convierten en una fuente de ingresos que permite, en primer lugar, el pago de las inversiones, creación de empleo, industrialización, liberación de peligros contaminantes y, además, disciplinar a las poblaciones en el reciclado anticipado de la basura, utilizando bolsas que discriminen papeles, cartones, plásticos, materias inorgánicas, vidrios, etc. Todos estos desechos al ser industrializados resultan nuevas fuentes de ingresos.
Alpacoma y tantos otros botaderos de basura en el país, son un peligro para la colectividad. Una información técnica señala que “En época de lluvias el desplazamiento de los ‘lixiviados’, que son líquidos que se acumulan al fondo de los residuos, tienen una alta concentración de sustancias tanto químicas como microbiológicas que provocan contaminación de las aguas”. Alpacoma es, en el momento, causa de aumento de microbios, ratones y ratas a más de causar fermento y podredumbre de todos los desechos, cuyos gases casi siempre pueden resultar venenosos, especialmente para niños, mujeres y ancianos.
Encarar de inmediato el problema es urgente y es el gobierno el que debe invertir mucho dinero, y gobernaciones y alcaldías empeñarse en remediar, así sea parcialmente, los daños recientes. No se puede alegar carencia de dinero, teniendo en cuenta que lo hay para una campaña electoral cara y para gastar en lo que el país no necesita. La salud y la tranquilidad de la población nacional esperan responsabilidad en la atención del grave problema.
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