El frío extremo que azotó el medio oeste de Estados Unidos ha dejado más de una veintena de muertos e infinidad de imágenes imborrables en la memoria colectiva. Pasado lo peor, muchos habitantes de los estados afectados temen que se produzcan inundaciones, dada la cantidad de nieve y de hielo acumulado. Preocupa especialmente la cuenca del río Kankakee.
El norte de Estados Unidos recuperó el viernes una vida normal después del paso de una ola de frío histórica que dejó unos veinte muertos en una semana y terminó su curso en la costa atlántica.
La región del medio oeste y de los Grandes Lagos ha batido récords en los últimos días con temperaturas de -53°C registradas en Minnesota, -51 en Wisconsin, -50 en Iowa y -48 en Illinois.