Dos expertos en medioambiente advierten que la deforestación de los bosques y la ampliación de la frontera agrícola en el oriente, amazonia, norte de La Paz, además de la construcción de carreteras y plantaciones de la hoja de coca en los parques y reservas forestales, afectan el régimen hídrico y ahondan la fragilidad de los ecosistemas en varias regiones del país.
El reciente deslizamiento de un cerro en las poblaciones de Yolosita y Caranavi en el departamento es el mejor ejemplo de la fragilidad de los ecosistemas y los daños ambientales que está provocando la tala indiscriminada de los árboles para reemplazarlos por cocales.
El ingeniero medioambientalista, Rogelio Ramírez, refirió que en regiones de los Yungas, Chapare, Apolo, Madidi, Carrasco, Amboró, además de toda la amazonia, los bosques están siendo reemplazados por cultivos de coca que son los más dañinos para la productividad de la tierra, porque envenenan la calidad de los suelos.