Sigue la violencia en contra de las mujeres

No obstante muchos pronunciamientos que se ha hecho a favor de los derechos de la mujer, continúan tanto la violencia intrafamiliar como las agresiones a golpes y hasta crímenes en contra de mujeres. Los casos se incrementan conforme pasa el tiempo y nada hay que conmueva a hombres cobardes y sin principios de ninguna naturaleza, que los frene, que les evite descargar furia y malos instintos en contra de quienes, se supone, son parte de su hogar o personas que merecieron amor y dedicación, que habrían desaparecido.

Un estudio realizado por el Centro Gregorio Apaza en las ciudades de La Paz, Santa Cruz de la Sierra y El Alto da cuenta de: “Juzgados especializados para casos de violencia intrafamiliar y contra las mujeres no cuentan con personas especializadas. 87,8 % de mujeres agredidas por su pareja (1.160.589) no pidieron ayuda, solo 12% (141.245) fueron denunciados”. Las cifras son alarmantes y representan cuadros de insania muy graves, por lo que los agresores merecerían ser investigados, sometidos a estudios psicológicos y luego, conforme a los resultados, ser procesados.

El estudio indica: “En el área urbana de La Paz, de los 7.672 casos de violencia denunciados, 5.698 fueron cometidos por hombres sobrios, y solo 1.916 en estado de ebriedad. En El Alto de 3.881 delitos contra las mujeres reportados, en 2.418 casos los agresores estaban ebrios, en 1.210 bajo efectos del alcohol y 251 hechos pudieron ser por consumo de drogas”.

Todos los casos denunciados muestran normalmente que la falta de educación y formación sin práctica de virtudes desde la infancia, son causantes de este tipo de delitos; por otra parte, la situación de los padres que no han brindado ni amor ni atención alguna a sus hijos, hasta el extremo de abandonarlos, puede ser otra de las causales; pero, en la mayoría, las referencias de experiencias del pasado muestran bajos instintos y propósitos de causar daño, determinando conductas que casi siempre derivan en maltratos muy graves.

En muchas instituciones se sostiene, desde hace muchos años, la práctica de artes marciales, para que aprendan las mujeres como medio para contener a quienes las abusan. Esta solución ha sido practicada en países de Asia y Europa, donde se ha frenado grandemente los abusos, porque los hombres se han abstenido de provocar situaciones que determinan acciones de fuerza contra mujeres que, muchas veces, tienen que sufrir este tipo de atropellos y abusos delante de sus hijos que, por más que lloren y reclamen por sus madres, no encuentran reacción favorable ante sádicos que se ensañan contra sus parejas.

Será preciso, por otra parte, que las autoridades instruyan acciones punitivas contra los autores de esta delincuencia que tiende a ser crónica y, si es posible, abran centros de entrenamiento en prácticas de defensa personal.