Tesoro patrimonial pasó al Estado

El tesoro patrimonial de los esposos José de Mesa y Teresa Gisbert, fallecidos en 2010 y 2018, respectivamente, que comprende unos 10.000 libros, además de 30.000 negativos fotográficos en blanco y negro sobre arte de Bolivia, fue donado durante la semana al Estado por un expreso pedido de ambos hace casi 20 años.

En declaraciones a Efe, uno de sus hijos, el expresidente boliviano Carlos Mesa (2003-2005) señaló que la “donación física” de esa dote patrimonial ya se ha hecho hace varias semanas, y en la Fundación Cultural del Banco Central de Bolivia se hizo la “formalización pública” de esa entrega en La Paz.

En 2001, los esposos José y Teresa se reunieron con sus hijos, Carlos, Andrés, Isabel y Teresa Giomar, para comunicarles que “habían decidido donar la mayor parte de su patrimonio cultural” al Estado boliviano una vez murieran, recordó Mesa.

El exmandatario, un reconocido historiador y periodista, indicó que tras la muerte de su madre el año pasado todos los hijos emprendieron la labor para cumplir el deseo de sus padres.

Mesa dijo que parte de la donación la integran unos 10.000 volúmenes relacionados al arte latinoamericano y universal, que son “muy difíciles de hallar” y que corresponden a publicaciones especializadas de las décadas de 1930 a 1990.

“Era una biblioteca que se usaba para trabajo, no una biblioteca de carácter literario”, precisó Mesa acerca de las investigaciones que realizaban sus padres, ambos arquitectos, sobre el patrimonio artístico boliviano.

Ese material sirvió a los esposos De Mesa Gisbert de materia prima para una notable producción intelectual sobre el pintor boliviano Melchor Pérez de Holguín, la pintura cuzqueña peruana, la escultura virreinal boliviana y las contribuciones a la arquitectura andina, entre otros.

Sin embargo, Mesa calificó como algo de “importancia capital” al archivo fotográfico de sus padres, que contiene unos 30.000 negativos de imágenes en blanco y negro y unas 15.000 copias fotográficas.

Ese archivo es el producto de varias giras que ambos hicieron en la década de 1960 por el sur de Perú y la mayor parte del territorio de Bolivia para registrar imágenes de cuadros, retablos y esculturas en iglesias, además de cerámica prehispánica.

Algunas de esas fotografías son el único registro existente de “iglesias o algunos pequeños templos (que) se han derruido” y que también constituye un tesoro cultural para Perú, aseguró.

“Ellos son verdaderamente los padres de la historia del arte en Bolivia. Ellos son los primeros que han hecho un registro completo de todo lo que se ha producido sobre todo en el arte del altiplano y valles”, destacó.

Lo donado también implica medio centenar de pinturas coloniales y republicanas y un número pequeño de cerámicas prehispánicas.

Los libros de la colección ya están en el Archivo Nacional en Sucre, la capital constitucional de Bolivia, mientras que las pinturas podrían destinarse al Museo Nacional de Arte en La Paz y la piezas de cerámica al Museo de Etnografía de esta ciudad, dijo Mesa.

En tanto, todavía queda pendiente el destino del archivo fotográfico, que podría pasar a resguardo del Ministerio de Culturas de Bolivia, afirmó.

José de Mesa estudió arquitectura y se especializó en arte virreinal en Sevilla y Madrid, en España.

Teresa Gisbert, también arquitecta, fue fundadora de la carrera de Historia en la Universidad Mayor de San Andrés en La Paz e impartió la cátedra universitaria en París y Puerto Rico, entre otros logros.

Carlos Mesa declaró que su familia evitó calcular el valor de la colección e incidió en que lo realmente valioso es la información, junto a los datos históricos que pueden servir para futuras investigaciones, por lo que la donación fue tratada con “gran profesionalismo”.

“La entrega cierra una vida extraordinaria de una pareja extraordinaria, de dos personas que verdaderamente, no de palabra, de demagogia o de retórica, entregaron su vida por este país”, finalizó. (EFE)