Oruro
A un año del fatídico Carnaval de Oruro por dos explosiones que cegaron la vida de 12 personas y decenas de heridos, el caso fue archivado sin ningún resultado de las investigaciones policiales, aunque el mismo podrá ser reabierto solo si surgen nuevos elementos periciales que ameriten tal determinación, declaró ayer el ministro de Gobierno, Carlos Romero.
“Fue cerrado el caso, pero que por su magnitud y su gravedad puede ser reabierto en cualquier momento. Para (esto) se necesita nuevos elementos que arroje la investigación (y) permita cambiar el curso del tratamiento judicial”, puntualizó la autoridad de Estado.
Explicó que la determinación conjunta tomada entre el Ministerio de Gobierno y la Policía Boliviana es continuar con las tareas de investigación, de haber nuevos elementos pertinentes se planteará la reapertura del caso.
Las investigaciones en torno a este caso generaron las hipótesis de un crimen pasional, el perfil psicológico de un psicópata basado en una serie de ficción (comic), además de un atentado terrorista, pero ninguna de estas fue confirmada por las pericias policiales.
El 10 de febrero del pasado año se produjo la primera explosión, el sábado de carnaval, que dejó el fatal saldo de ocho muertos y decenas de heridos, hecho que en primera instancia fie atribuido a una garrafa de gas y su conexión en mal estado.
Días después, el martes de carnaval, se produjo la segunda detonación a 50 metros del primer hecho, este hecho ocasionó la muerte de otras cuatro personas y decenas de heridos, en este segundo caso de detectó el uso de detonantes.
El único sospechoso del caso, Juan Carlos Herrera, a quien se le atribuyó la autoría de la primera detonación por asuntos pasionales, guardó detención preventiva en la cárcel de San Pedro de Oruro, por más de ocho meses, al no haber prueba fehaciente en su contra que aporte el Ministerio Público, a fines de noviembre del pasado año fue sobreseído del caso.
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