Gas en carnaval

Las noticias que entrega el gobierno sobre la nueva adenda del contrato de venta de gas a Argentina podrían ser incluidas en un bando de carnaval: son muy contradictorios pero graciosos, que de eso se trata.

PETRÓLEO ORO ZINC El precio está a la baja por las mayores reservas estadounidenses. Mientras que Venezuela no ha podido encontrar compradores para su petróleo debido a las sanciones estadounidenses. El ministro de Energía de Venezuela, Manuel Quevedo, visitó India para tratar de vender su petróleo que, por ahora, se está acumulando en buques tanqueros en el Golfo de México. Venezuela está dispuesta a recibir cada vez menos por petróleo. El precio del oro cayó en uno por ciento tras alcanzar su precio más alto en 10 meses. Estados Unidos ha sugerido que podría aumentar la tasa de interés bancaria en 2019 y esto tiende a reducir el precio internacional del oro. Otro factor que reduce el precio del oro es que se filtraron informes sobre avances positivos en las negociaciones entre Estados Unidos y China para la resolución de su disputa comercial que había puesto en duda la estabilidad de la economía mundial. El precio del zinc sigue alto en relación a valores históricos. Sin embargo, algunos expertos consideran que el precio debería ser aún más alto debido a las bajas reservas almacenadas para entrega inmediata en el Mercado de Metales de Londres. Las reservas son las más bajas desde 2007 pero han sido contrarrestadas por reducciones en el al demanda China registrada en el mercado de Shanghái donde hay un cuello de botella en la capacidad de refinación.

Quien no sale del frenesí es el ministro Luis Sánchez: dice que gracias a la adenda Bolivia podrá exportar gas natural licuado desde puertos argentinos. Se niega a aceptar que el gas se acabó en Bolivia.

Y el embajador argentino, Normando Álvarez, entró a tallar en esta ronda y dijo que la adenda hizo que los dos países ganen, un “win-win”, como se dice en inglés, pero que Mauricio Medinaceli descarta diciendo que cuando alguien gana, alguien pierde.

La contradicción que debería encabezar el bando es aquella por la cual el gobierno del MAS dice que gracias a la adenda Bolivia gana 500 millones de dólares pero por otro lado el gobierno de Mauricio Macri dice que con la adenda Argentina ahora es 480 millones de dólares.

Este juego de cifras tan contradictorias eran exclusividad del vicepresidente Álvaro García Linera, quien todavía no ha reconocido que tres por 90 no es 180, como él les dijo a unos asombrados estudiantes, sino 270.

Menos mal que en este páramo hay todavía gente seria. La Unidad de Comunicación del Ministerio de Hidrocarburos, según dice el diario El País de Tarija, reveló que la adenda por la cual se redujo el volumen de gas que debe entregar Bolivia fue resultado de una táctica de presión de parte de Argentina.

La táctica, dice el documento, consistió en que Argentina fue “nominando” cada vez menos volúmenes, es decir pidiendo gas por debajo de lo convenido en el contrato, lo que afectaba al sistema de producción.

La frase más informativa e impactante del documento dice: “En los últimos cuatro meses cuando (Argentina) debió tener una nominación de más de 17 millones de metros cúbicos diarios (MMmcd), nominó muy por debajo (octubre 12 MMmcd, noviembre 8,5 MMmcd, diciembre 8,6 MMmcd y enero 6 MMmcd), eso era real y por eso también se tuvo que bajar la producción en los campos y esto afecta al factor de recuperación y para que deje de existir estas disminuciones es que se acordó esta nueva adenda al Contrato donde se estabiliza la nominación”.

Es decir que la adenda fue una rendición ante un rival más inteligente. Quizá haya que incluir en el bando de carnaval que Argentina se comprometió, sólo de palabra, a que si llegara requerir mayores volúmenes de gas, los pagaría con un avión Pampa. La producción Argentina está aumentando y la boliviana se reduce, por lo que las probabilidades de que el avión llegue son bajas.

El gobierno boliviano dice que con la adenda al contrato de venta de gas con Argentina el país gana 500 millones de dólares debido a los volúmenes nuevos y a los precios.	El gobierno de Mauricio Macri informa que el resultado de esa adenda es que Argentina ahorrará 480 millones de dólares que hubiera tenido que pagar a Bolivia con el viejo contrato.