Empresa china abandona construcción de carretera

Mientras el gobierno trata de mantener las relaciones más estrechas con el gobierno chino, las empresas en que confía el gobierno asiático no cumplen con los compromisos habidos; compromisos que, por no ser cumplidos conforme a contratos, perjudican gravemente al país. Este es uno de los casos que se presenta, con el hecho de que la empresa china Railway Construction Corporation Limited, que fue encargada, por adjudicación directa, para la construcción de la vía Rurrenabaque-Riberalta, la abandonó con la construcción, en malas condiciones, de tan solo el 10% de lo estipulado.

La empresa china se benefició con el pago adelantado del 30% del costo que se estima llegaría a 600 millones de dólares. La ABC no da explicaciones de alguna clase, no obstante que debía controlar el trabajo realizado y el cumplimiento de los contratos; entretanto, lo poco construido ya ocasionó varios accidentes por las malas condiciones en que fue realizado. Según denuncias de una senadora, la empresa china no cumplió ni con el 10% de lo pactado y la Administradora Boliviana de Carreteras (ABC) “habría entregado a la constructora más de 100 millones de dólares como anticipo” (ED 30-1-19).

El problema es grave y se suma a otros casos en los que las obras fueron realizadas con pésimo material y sin cumplir los requisitos técnicos que se especifica en los contratos; este hecho se debería a que no hay control alguno sobre la realización de las obras y menos sobre la cantidad y calidad de los materiales utilizados. El hecho de que la poca construcción realizada presenta serios deterioros mucho antes de su inauguración y entrega al servicio público, muestra la calidad de esta empresa que obedece órdenes de su gobierno y sin reclamo alguno por parte de Bolivia, no realiza su trabajo en forma consciente y responsable y, por cualquier razón o motivo, sin explicación alguna abandona los trabajos, tan solo dejando algunos obreros chinos a cargo del cuidado del campamento.

Muchas veces se ha sostenido el hecho de que todo es muestra de políticas chinas en sentido de que colaborando o prometiendo préstamos para realización de obras, se impone condiciones para que sean empresas chinas las que hagan los trabajos y, además, lo hagan con personal de nacionalidad china, sobre cuya competencia y capacidad técnica nadie ha dado referencia o garantía alguna. Estos condicionantes son peligrosos, porque cualquier préstamo que el país consiga, sea en China o en cualquier país o institución financiera, debe ser sobre la base de que Bolivia utilizará sus propios técnicos e ingenieros, además de personal boliviano y no obedecer consignas en sentido de hacerlo con personal extranjero y bajo normas impuestas por el país prestamista de dinero; pero, lamentablemente, ocurre que ni el gobierno chino ni sus empresas cumplen las normas bolivianas.