Terminemos con las dictaduras en el mundo

Entre las formas de gobierno que persiste hasta nuestros días está la DEMOCRACIA, es decir el “Poder del Pueblo”. “La Democracia surgió en Grecia como un pacto entre clases para echar a los tiranos”, hace aproximadamente 2.519 años. En un principio persistió como idea, posteriormente fue materializada por Clístenes de Atenas, que es considerado el padre de la Democracia Ateniense, allá por la segunda mitad del Siglo XIX, cuando aparece el sufragio Universal y que actualmente rige y persiste en casi todos los países del orbe.

Sin embargo, en pleno Siglo XXI se encuentran todavía varios países gobernados por dictadores, muchos son países africanos, árabes; tenemos a la China, Corea del Norte y unos cuantos gobiernos dictatoriales en Centro América, América del Sur, América del Norte, por ejemplo Cuba, antiguas repúblicas soviéticas, islámicas, dictaduras socialistas con corte comunista, “dictaduras democráticas” y otras.

La dictadura es una forma de gobierno que prescinde del ordenamiento jurídico y de las legislaciones vigentes para ejercer el poder, sin algún tipo de oposición. Se ejerce autoridad de un país por tiempo ilimitado, siendo el dictador sostenido por la fuerza y se encarga de la represión a disidentes y de imponer terror para evitar el disentimiento. También existen dictaduras aparentemente constitucionales, cuando bajo un supuesto respeto a la Constitución, el dictador viola la legislación para el ejercicio del Poder, en desmedro de las libertades individuales que todos los seres humanos poseen, desde el momento en que nacen y viven en un determinado territorio. Aquí viene el adagio que expresa: “es preferible vivir en la peor de las democracias, que en la mejor de las dictaduras”.

La libertad en todos sus ámbitos y el ejercicio de los derechos de todo ser humano no pueden ser coartados por nadie. El dictador es un ser humano tan vulnerable y mortal como todos, pero aprovecha las circunstancias para sojuzgar y someter a sus congéneres, que son sus hermanos. Pero ese Poder que tiene es efímero y el Poder en forma incuestionable emana del pueblo, a través del voto universal y éste es limitado en el tiempo, ya sean democracias liberales, socialistas, parlamentarias u otras.

La voluntad y la imposición de una sola persona, en este caso de un dictador, son repudiadas por todas las naciones del mundo, además de organizaciones como: Naciones Unidas (ONU), Organización de Estados Americanos (OEA), el Grupo de Lima y muchas otras a nivel mundial. Repudian en forma categórica toda forma de dictadura, en la que el poder se centra en una sola persona, el dictador; no hay elecciones democráticas y todos los poderes son controlados por la dictadura, que suele ser vitalicia y la oposición no tiene forma de llegar al poder legítimamente. La diferencia está en que en las democracias liberales se utiliza el voto de los ciudadanos, sin exclusión, para así elegir a sus mandatarios y sus representantes legítimos en aras de la libertad que tienen los seres humanos, para el desarrollo y progreso de sus pueblos.

Es hora de terminar con las dictaduras en el mundo, para que los pueblos vivan en libertad y con autodeterminación de todos sus integrantes, para vivir en Paz, libres de regímenes corruptos y de enriquecimiento ilícito del dictador y de su entorno. Para esto se hace necesario que todas las organizaciones internacionales y principalmente Naciones Unidas, OEA y otras, reformulen sus Estatutos y/o Cartas Orgánicas y dejar de lado las ambigüedades e hipocresías. Todas las naciones del mundo, para continuar como miembros de estas organizaciones, tienen que incorporar -como requisito y condición sine qua non, ya sea en sus constituciones políticas de Estado, cartas magnas, cartas fundamentales o el instrumento legal por el que se rigen-, obligatoriamente, el siguiente Artículo: “Ningún Presidente, Vice Presidente, Primer Ministro o el título que ostente, por ninguna circunstancia -sea esta acción legislativa, judicial, administrativa o de otra índole- puede prorrogarse en su mandato más allá de los límites establecidos en su Constitución Política del Estado o instrumento legal que tengan. De persistir esta conducta, se considera delito de “Traición a la Patria”, junto a todo su gabinete y cómplices, autorizándose constitucionalmente a las Fuerzas Armadas, Fuerza Policial y representantes de la sociedad civil del país en peligro, a tomar el Poder y conformar un Gobierno, sea transitorio, provisorio o interino, nombrando un Presidente Encargado, con la única misión de llamar a elecciones generales democráticas en un plazo no mayor a tres meses”. Esto tiene por finalidad preservar legalmente sus democracias.

Los países que no cumplan con este requisito deben ser aislados internacionalmente, no pudiendo ser miembros de alguna organización mundial, ni realizar negocios económicos con algún país del planeta, perdiendo el derecho a tener representantes y/o embajadores en estos organismos y de esta forma “terminar con las dictaduras en el mundo”. Es que preservar las democracias es mantener la paz social de los pueblos.

El autor es Abogado DAEN y ex-diplomático.