Con digna actitud, se donó gran patrimonio cultural

Cumpliendo la voluntad de sus padres, los hijos de los arquitectos José de Mesa y Teresa Gisbert han entregado, en calidad de donación al Museo Nacional de Arte, una colección de valiosísimas riquezas, como son biblioteca, archivo fotográfico, cuadros, colección de mapas y cerámicas. Obras que, puede asegurarse, son de gran valor literario y artístico porque los arquitectos propietarios eran perfeccionistas en grado máximo y cuando agregaban algo a su colección, lo hacían bajo el principio de que sea todo de mucha valía y utilidad.

Los hijos, conocedores de la voluntad de sus padres, han decidido entregar esta importante colección con miras a que quienes acudan a verlos y estudiarlos enriquezcan sus valores culturales y, además, la misma muestra en el Museo sea una invitación para que jóvenes, especialmente, se interioricen de los grandes valores habidos en nuestro país y, mucho más, conozcan la calidad, capacidad, amor al país y dedicación que han tenido por todo lo bello y constructivo los esposos Mesa Gisbert.

Esta actitud de desprendimiento honra a los esposos Mesa Gisbert y mucho más a sus hijos que enaltecen la memoria de sus padres y muestran su amor y vocación de servicio al país, que no siempre busca el desarrollo y crecimiento económico, sino que también, mediante sus valores culturales, enriquecen no solamente los valores artísticos sino dan tónicas para mejorar la calidad cultural de los bolivianos y muestran cómo, con responsabilidad, dedicación y amor, se puede hacer obras de gran valor y renombre, como el acto llevado a cabo el día jueves 14 de febrero en que se entregó este riquísimo legado cultural.

El hecho no termina con lo realizado por los familiares de los arquitectos Mesa Gisbert, sino que resulta un ejemplo para que muchos poseedores de riquezas culturales los donen para enriquecer el patrimonio del país, que no siempre cuenta con los medios financieros como para adquirir colecciones o riquezas como la que nos ocupa. Este ejemplo servirá para que nuestra juventud valore la calidad y grandeza de quienes no solamente son honra de su familia sino del país al que dieron mucho desde la cátedra universitaria, los campos de la literatura y el estudio e investigación permanentes, dotes, además, que fueron transmitidos a sus familiares. El hecho es importante también porque implica ser muestra de lo que se ama y se respeta, como es la Patria que nos vio nacer, vivir y conseguir logros que no siempre todos pueden alcanzar.

Los esposos, arquitectos José de Mesa y Teresa Gisbert, cuyos espíritus siempre estarán presentes en el país, seguramente sentirán satisfacción por lo que significa la donación de lo que fue parte de su patrimonio y que fue formado con amor y dedicación.