El aprendizaje dialógico en la política

Las cosas deben ser dichas y no ensayar falsos equilibrismos conceptuales, como cuando el Ministro de educación de Bolivia, con referencia a las declaraciones de la Naciones Unidas (ONU), el 24 de enero exaltó la educación a favor de la paz y el desarrollo, de inmediato, políticamente, adjudicó ese rol de la Ley educativa 070 Avelino Siñani y Elizardo Pérez (los nombres ya destilan odio y racismo, pues el precursor de Warisata fue Pérez y, solo, a mucha insistencia, el “tímido” Aveliño Siñani se sumó al mismo). El magisterio, a 8 años, no entiende a cabalidad la 070, que en su Art. 1 dice: todos deben recibir educación (…) gratuita, sin discriminación. 2. Es responsabilidad financiera del Estado. 3. La sociedad tiene tuición sobre la educación… ¡una sarta de mentiras!

Ahora, confusamente, hablan de Educación Alternativa.

La Educación Alternativa es alteridad (léase, cualidad de ser otro) a la educación “elitista”, neo-capitalista, doctrinaría del gobierno del MAS. En varios países, lo alternativo se sustenta un Aprendizaje Dialógico (AD), apoyados en autores como Gordon Wells (2005) que dice: ella no sería sin la indagación” (“enquiry”) que cuestiona (pregunta) para entender y superar situaciones de desigualdad, políticamente convencionales, pero siempre con la ayuda de otros (léase, pueblo), sin “crear” contextos ficticios (léase, Estado plurinacional) sino colaborativas e interactivas. Entonces, continua Wells, enriquece el conocimiento libre del aprendiz (léase, soberano). Es más, Paulo Freire (1975) afirma que este AD es humano, no discrimina (léase, urbanos o campesinos). La alteridad (léase, ficción en la 070) crea y re-crea conocimientos para fortalecer la cultura (no bailes y exceso de prestes, asumida como cultura).

Jurgen Habermas (1990) aduce que los agentes sociales (pueblo-gobierno) deben estar predispuestos a “dialogar” para lograr consensos educativos (políticos). Es decir, el AD exime a los caprichosos y traumatizantes, opuestos (léase, q’aras y t’aras) para generar racionalidad y conocimientos. Habermas niega los argumentos conclusivos, políticos y autoritarios (de la 070). Habermas establece el respeto al “otro” (léase, con libertad de pensar). Finalmente, John Secarle (2010) asume la interacción”, para eximir caprichos (léase, respostulación ilegal) y genera el respeto a los argumentos del otro (léase, pueblo) independientemente de la posición de los opuestos.

El AD, por su naturaleza, es prioridad de los desposeídos, los sectores populares (no cooptados por el MAS), que asumen la alteridad (política) al gobierno cosificaste, en este caso a la ley 070. Su método es hacer preguntas libres, dialógicas y razonadas para generar entendimiento y conocimientos. Exime la impostura, el resentimiento y la cultura de la mentira con el que se pretende consolidar candidaturas inconstitucionales. Y es que el AD es sincero, no admite desigualdades sociales ni imposiciones. No se estancan en bodrios -improvisados- indianos como el “aprendizaje socio comunitario y productivo” propuesto en la ley 070. Reivindica un diálogo libre y crítico, provocando la curiosidad epistemológica del aprendiz (léase, soberano). Entonces, cuando la autoridad promotora de la 070 actúa más por sus emociones que por su razón, debe re-crear el papel de la Educación alternativa. Mientras tanto, la alteridad es respetar el 21f2017 vinculante, la derogación de la sentencia 084/17 que desportilla la democracia.

El autor es Director del Centro de Investigación, Servicios Educativos y de Comunicación (CISEC).