Un punzante interrogante ha estado preocupando desde hace varios años a la opinión del país: la existencia del Satélite Túpac Katari, que compró el gobierno del presidente Evo Morales a la República de China por algo más de 300 millones de dólares. En primer lugar, se puso en duda su existencia, pero una vez arreglada esa pregunta, saltó otra, que consistía en su funcionamiento y si realmente ofrecía servicios positivos al país.
Esos cuestionamientos recibieron, finalmente, algunas respuestas que permitieron confirmar que el satélite chino, después de cinco años de existencia, deja mucho que desear, no se financia en sus operaciones y, pese a esos y otros problemas, el gobierno tiene proyectado adquirir a la potencia asiática otro aparato parecido por precio similar o mayor que el primero.
En primer lugar, el director de la Agencia Boliviana Espacial reveló en conferencia de prensa -con base en una encuesta-, que el 60 por ciento de la población urbana del país considera que este servicio estatal es “nada beneficioso”, apreciación que confirmó en gran medida el director de esa unidad, indicando que, en efecto, su trabajo en “regular” o de “regular para abajo”, según algunos técnicos.
La declaración oficial destacó que la población de las ciudades no utiliza los servicios del satélite y solo alcanza al sector rural, que en porcentaje solamente alcanza a cerca del 30 por ciento, lo cual significaría que está muy lejos de universalizar los servicios de telecomunicaciones en el país, como el acceso a la televisión y la radio.
De otro lado, también sostuvo que la Agencia tiene 65 empleados que demandan salarios por 13 millones de bolivianos, lo cual representaría un ingreso anual promedio de 200 mil bolivianos para cada uno de ellos. Al mismo tiempo, afirmó que se pudo pagar seguros del satélite y los equipos en tierra. En cuanto a la generación de ingresos, anotó que por los servicios del satélite se generó más de cien millones de dólares para amortizar el crédito chino que financió el proyecto que terminará de pagarse hasta dentro de15 años.
Pero en cuanto a lo más notable de la actividad económica de esta Agencia, la autoridad subrayó que registra alta dependencia de ingresos de la Empresa Nacional de Comunicaciones (ENTEL), no tiene fines de lucro y que un nuevo satélite que adquiriría el país, tardaría unos tres años para su lanzamiento, lo cual significaría que el Satélite Túpac Katari, considerado como “elefante blanco”, tendrá como pareja otro paquidermo.
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