Calle Jaén
Los familiares compartieron algunas curiosidades que sucedieron cuando finalizaron los trabajos en la extienda de la actriz
Cuadros, fotografías y hasta la pequeña montaña de sal que conservaba la actriz Rosa Ríos (2018), son parte del museo que será inaugurado el 17 de abril en la calle Jaén de la ciudad de La Paz. Al momento, el espacio se encuentra parcialmente abierto al público.
La histórica y mítica calle Jaén es el sitio donde se encuentra la extienda de Rosita Ríos, que después de su deceso los familiares convirtieron en un museo que homenajee su larga trayectoria artística.
Desde el pasado año, los familiares trabajaron sin importar horarios en aquel sitio, ahora por fin los resultados se notan a simple vista. La sala está lista para recibir a los visitantes, inclusive, existe un cuaderno de dedicatoria.
La inauguración oficial será todavía el 17 de abril, día del natalicio de Ríos, pero antes de esa fecha las puertas del museo ya están abiertas y recibe la visita de estudiantes de colegio y otros seguidores de la actriz.
"El museo está abierto al público. Quienes vienen son recibidos y se les explica. Las puertas están abiertas desde la mañana hasta las seis de la tarde", dijo a EL DIARIO la nieta Paola Claure.
Sin embargo, todavía existen algunos detalles por complementar como por ejemplo un álbum de fotografías que la familia quiere poner o más cuadros que otros artistas alistan.
En una visita que realizó EL DIARIO evidenció que las paredes cuelgan las pinturas que varios artistas le hicieron en homenaje a su destacada trayectoria. Uno de los que resalta es el cuadro multicolor Mamani Mamani.
El hijo mayor, Juan José Claure Ríos, comentó dos momentos que llamaron la atención a los familiares. La primera tiene que ver con la visita de una paloma que se paseó gustosamente por la sala de exposición del museo, comió y se fue. La segunda es cuando apareció un artista extranjero en la puerta de la tiendita y sin conocer a la actriz le pintó dos cuadros, después no volvió a aparecer; sin embargo, las pinturas obsequiadas están al ingreso.
"Un señor peruano estaba parado en la puerta y se puso a llover fuerte, lo invité a pasar y también le comenté sobre el museo de mi mamá, le conté la historia y dijo que quería hacerle un homenaje, entonces le pintó un cuadro, luego regresó nuevamente, creo que tuvo un sueño, y trajo una segunda pintura vestida de cholita y después el artista se fue, desapareció", compartió Claure.
Por otra parte, se debe recordar que en el museo se encuentra la pequeña montaña de sal que Rosita Ríos cuidaba en vida. Aquel promontorio era visible para todo aquel que pasaba por la puerta de la tienda.
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