El paciente de Londres fue diagnosticado en 2012 de un linfoma de Hodgking, por el que se sometió a un trasplante de células madre de cordón en 2016, y se da la circunstancia de que las células del donante tenían una mutación, llamada CCR5 Delta 32, que impide la entrada del virus en las células diana del VIH, tratándose de "algo similar" a lo que vivió el paciente de Berlín, aunque con algunas diferencias.
Después de 16 meses de la operación, los médicos interrumpieron el tratamiento antirretroviral del paciente de Londres: "No hemos sido capaces de captar virus en su plasma 18 meses después", celebra la investigadora.
El trasplante podría provocar un retraso de la aparición del virus, aunque el donante no tenga la mutación que impide la entrada del virus, pero en entre tres y cinco meses, como mucho, el paciente vuelve a registrar carga viral, explican los investigadores.