Cartas
Señor Director:
Es innegable que en este tiempo se ha masificado el uso de teléfonos celulares en nuestro medio. Por tal motivo, es usual ver a menores, jóvenes o adultos caminar con tales aparatos en calles y avenidas, en muchos casos además llevando audífonos, seguramente para escuchar música o programas favoritos transmitidos vía Internet.
Tanto es el afán por utilizar estos dispositivos, que se observa hasta dentro de vehículos de transporte público a personas que sentadas o paradas (si van en microbus), revisar, por ejemplo, su correspondencia en celulares o ingresar a sitios de Internet que son de su preferencia, olvidándose del resto de los pasajeros.
Es decir que ellos, particularmente los jóvenes (no todos, obviamente) no reaccionan, porque están ensimismados con sus celulares, cuando, por ejemplo, adultos mayores o mujeres con niños necesitan alguna ayuda para entrar o salir del vehículo de transporte público.
De esta manera va desapareciendo la costumbre de entablar conversación entre pasajeros, dando a conocer puntos de vista sobre diversos temas y, en algunos casos, entablando amistad que se podía consolidar con el paso del tiempo.
En todo caso, aunque el teléfono celular puede ser muy útil para determinadas tareas, también es importante no olvidar normas de buena conducta.
María Chacón D. Crespo G.
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