Afganistán y México fueron los dos países más peligrosos del mundo para ejercer el periodismo durante 2016 y 2017, según un informe publicado por el Organización de Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura, (UNESCO), donde coloca a los dos países, entre los cuales han muerto 50 periodistas en esos dos años, casi una tercera parte de los 182 reporteros asesinados en todo el mundo, ante la pasividad de las autoridades.
La mayor parte de los fallecidos son periodistas de televisión, los que se exponen al peligro más grande al viajar a los frentes de combate para recoger la información, en una tendencia que repite la marcada en el informe anterior, que cubría el periodo desde 2014 a 2015.