Delitos cometidos por sacerdotes en Bolivia

Iglesia investigará casos de abuso deshonesto

> El secretario general de la CEB, Aurelio Pesoa, dijo que “se espera que la comisión comience a funcionar a finales del mes de abril”

CONFERENCIA DE PRENSA DE LAS AUTORIDADES DEL CLERO BOLIVIANO.

Después que el 21 de marzo pasado un sacerdote del municipio de Puna (Potosí) fuera enviado con detención preventiva a la cárcel de Cantumarca, acusado por la presunta comisión del delito de abuso deshonesto contra estudiantes, de entre 14 y 16 años de edad, la Conferencia Episcopal Boliviana (CEB) anunció ayer que se determinó crear una comisión nacional para investigar y prevenir los casos de abusos sexuales cometidos por religiosos en el país.

Esta instancia pidió que “se juzgue con absoluta rigurosidad en la Justicia”.

El secretario general de la CEB, Aurelio Pesoa, dijo que se espera que la comisión comience a funcionar a finales del próximo mes.

Asimismo, el clero de Bolivia decidió mantener en reserva la identidad y procedencia de sacerdotes acusados, para conservar la integridad de los implicados. “Hemos convenido entre los obispos denunciar los casos, pero guardar reserva”, dijo Pesoa.

Se supo que la comisión estará conformada por psicólogos, juristas, sacerdotes y obispos. En este marco, la autoridad de la Iglesia apuntó que las sanciones son de competencia judicial y el país ya cuenta con normativas; sin embargo su instancia puede determinar la sanción o expulsión en denuncias de violación o similares.

El objetivo de la comisión será recibir las denuncias y orientar a los obispos en temas legales y civiles.

“Como Iglesia priorizamos la atención a las víctimas y a las familias que hubiesen tenido que pasar por este tipo de situaciones dolorosas y de violencia repudiable; más aún cuando involucran a miembros de la Iglesia, que tenemos como sagrado deber el cuidado de los niños, adolescentes y jóvenes que se nos confían”, señala el comunicado leído durante la conferencia de prensa.

Pesoa sostuvo que CEB aglutina a todos los obispos de Bolivia y cada jurisdicción eclesiástica es autónoma por lo tanto, maneja sus propios datos de denuncias, teniendo un trato discreto para no dañar ni a la víctima ni al victimario.