Rey Salinas, un crack de raices yungueñas

Carlos Anderson Rey Salinas es el nombre de un fornido zaguero central de 24 años y que defiende la casaca de Aurora de Cochabamba.

Todos apuntaban a que era brasileño, pero es un jugador boliviano y que tiene sus raíces en los yungas paceños, no obstante que nació en Santa Cruz de la Sierra.

Tiene la particularidad de que es sobrino de Ramiro e Iván Castillo y primo de Ramiro Ballivián.

Con 24 años a cuestas, nació el 13 de septiembre de 1994, su padre es de Coroico (Raymundo Rey Pérez) y su madre de Coripata (Marcia Salinas Ballivián), tiene muchas metas en el fútbol.

“Si bien nací en Santa Cruz, pero en los yungas vive toda mi familia, mi abuelo Osvaldo Salinas, mis tíos, todos están en Coripata y Coroico. Iván y Ramiro Castillo, por parte de madre, salen a ser mis tíos y Ramiro Ballivián es mi primo por parte de madre”, contó Carlos Anderson, en un momento de la pausa en el entrenamiento.

Además, puntualizó que “Ramiro Castillo fue mi espejo, mi ídolo, soy muy fan de mi tío, siempre lo seguí mucho, fue un reflejo de mi juego, gracias a Dios que de momento todo va bien, pero debo seguir trabajando para igualar lo que hizo”.

Rey Salinas hizo las inferiores en Destroyers, luego pasó a Blooming, posteriormente militó en Oriente Petrolero, donde pudo debutar en primera. “Agradezco a Dios por estar ahora en Aurora, que me abrió las puertas y confió en mi, siempre voy a estar agradecido de ello”, dijo el fornido central nacional.

En Aurora está hace tres meses y tiene contrato hasta fin de año. “Ha sido sin lugar a dudas uno de los mejores partidos ante el Tigre, eso siempre se lo agradezco a Dios, de haberme dado esta chance, vamos a seguir trabajando de la misma manera, para mejorar en algunos aspectos puntuales”, recordó el central en torno al encuentro jugado este domingo, donde se encargó de anular a los peligrosos atacantes atigrados.

Contó a la distancia que Marcos Rodolfo Ferrufino, su actual entrenador, le ha dado bastante confianza y le habla bastante, tomando en cuenta de que también fue zaguero central. “Siempre me corrige algunas cosas puntuales que a veces se tiene que mejorar, uno agarra esos consejos de la mejor manera porque en el fútbol nunca dejas de aprender”, dijo con bastante humildad.

Su meta también es la Selección Nacional, pero, aclaró- paso a paso, “es el sueño, pero para eso uno tiene que trabajar, demostrar que está a la altura y de acuerdo a las circunstancias”.

Por lo pronto lo ha hecho bastante bien, es de los pocos zagueros nacionales emergentes.

Antes de la despedida, no quiso dejar de recordar a su familia yungueña.

“Un saludo a mi abuelo Osvaldo, a mi familia que está allá, se los quiere mucho, para ellos van mis actuaciones”. Carlos Anderson Rey Salinas, un defensor que promete mucho en el fútbol nacional.