Erick Jeant Millares Luna
Las placas de control, como se denomina a las matrículas alfa-numéricas que portan los vehículos, no solo permiten identificar el motorizado sino al propietario legal. Las placas por sí solas no parecen tener valor alguno, pero para las organizaciones criminales y quienes se dedican a actividades ilícitas tienen un valor adicional.
Para perpetrar algunos delitos que tienen connotación social tratan de cubrir la identidad del vehículo o que el mismo tenga un falso registro que permita encubrir inclusive la verdadera identidad del propietario, especialmente en casos de secuestro, atraco, robo agravado, monrrazo, narcotráfico, violaciones y hasta transporte de artículos ilegales. Para este modus operandi no solo se requiere la placa sustraída, sino un vehículo con las características que registra la placa, vale decir un vehículo gemelo.
En varios de los hechos delictivos mencionados, la característica común es que estos delincuentes suelen hacer seguimiento y vigilancia de sus objetivos con motorizados, portando una placa de control que por lo general no corresponde al número de chasis, de motor ni a la identidad del propietario.
Otro aspecto que favorece a estos malhechores es que pocas veces las víctimas de placas sustraídas formalizan su denuncia y siguen el proceso de búsqueda. Por lo general, hacen el requerimiento a su municipio para obtener una réplica de placa de control de su motorizado.
Será por esta razón que el robo de placas de control está en el primer lugar en la lista de las denuncias recibidas por la Dirección de Prevención de Robo de vehículos (Diprove), con 3.712 casos en la pasada gestión y en el 2017 con 4.578 hechos.
Por todas las denuncias hechas se evidencia que en el primer semestre, en ambos años, se ha atendido una mayor cantidad de casos, en 2017 con 1.117 y en 2018 con 1.047 denuncias por robo de placas.
Es importante hacer conocer que los departamentos con más casos de robo de placas de control no necesariamente son los de la red troncal, como suele ser en relación con otros ilícitos. Si bien Santa Cruz es el departamento donde más robos de placas de control hay, con 2.907 en 2018, en ese mismo año Potosí ocupa el segundo lugar con 356 robos de placas, seguido de Tarija con 175 y Chuquisaca con 172 casos.
Contrariamente a estos datos, en La Paz, por ejemplo, solo hubo cinco denuncias y en Cochabamba dos, pero es en estos departamentos de la red troncal donde son cometidos los otros ilícitos que requieren un motorizado como instrumento de acción.
El descuido con los motorizados o el estacionamiento en vías públicas son buenas oportunidades para que sean sustraídas sus placas de control. O mientras que el resto del vehículo está intacto. En este caso no se conforme con solo hacer una denuncia de robo de vehículo, porque esas placas de control podrían ser utilizadas para la comisión de otros ilícitos mayores.
Asegurar sus placas de control debidamente y evitar estacionar su motorizado por más de 10 minutos en sectores públicos, son mecanismos de prevención para que usted no sea involucrado en delitos como robos, secuestros, narcotráfico, entre otros. Para estos hechos es frecuente el uso de placas robadas.
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