El crecimiento de la deuda externa del Estado; el decrecimiento de las reservas internacionales y las inversiones externas; el aumento de la deuda pública; entre otros varios aspectos, no son buenos indicadores de salud del país, en momentos en que el gobierno sufre por una creciente escasez de dinero debido a la caída de los precios de las materias primas de exportación (en especial gas) y se reducen los caudales financieros por gastos poco justificables.
No solo eso, se observa que las arcas del Estado se están quedando sin los abundantes ingresos de los que gozó durante la prolongada etapa de bonanza (2006-2017) y al mismo tiempo, una intensa actividad turística de los principales gobernantes del país, entre ellos los costosos viajes de Evo Morales a Turquía y Dubái, el del vicepresidente Álvaro García Linera a Alemania e igual trajín de la Presidenta del Senado a la Argentina, con el argumento de que van a buscar inversiones.
Se destaca el viaje el Presidente del Estado a países con aparente prosperidad en busca de inversiones y acuerdos comerciales, mientras, por otro lado, el Ministro de Economía ajusta las clavijas a la población para aumentar impuestos, buscando, en esa forma, obtener fondos para gastos del Estado, en especial en momentos electorales dirigidos a imponer la prórroga indefinida del tolderío gobernante.
En ese turismo “financiero”, el presidente Evo Morales viajó a Moscú y enseguida visitó otros países europeos, con frutos poco conocidos. Para completar ese periplo, visitó Grecia, que no puede salir de una crisis agobiante y otras naciones. Recientemente se trasladó a Dubái (para reunirse con el príncipe heredero), pasando a Turquía, que se debate en una crisis política profunda por el intento prorroguista del presidente Recep Tayyip Erdogan.
El intenso turismo estatal en busca de capitales e inversiones se magnifica en cuanto se afirma que el país está gozando de crecimiento económico, contradicción que significaría que las cosas no andan tan bien como aparentan. Se niega también la tan pregonada afirmación presidencial de que Bolivia “ya no es un país mendigo”, ya que, precisamente, acudir a algunos países en crisis es como pedir limosna a los mendigos o, como dice el refrán popular, “pedir peras al olmo”.
Por si fuera poco, en una prolongación de los viajes oficiales alrededor del mundo, para julio próximo se anuncia la visita del presidente boliviano al de Rusia, país en el que estuvo en junio del año pasado para asistir a la inauguración de un campeonato mundial de fútbol, aunque se lo mostró como un viaje para buscar capitales y entrevistas con grandes capitalistas para que hagan inversiones en Bolivia, aunque, finalmente, todo quedó convertido en un enorme cero. De ahí por qué la opinión pública reclama que en vez de tan costoso turismo, sería preferible construir algunos hospitales para mejorar la salud de las masas populares.
Usurpado el 7 de octubre de 1970, por defender EL DIARIO |
Dirección:
Antonio Carrasco Guzmán
Jorge Carrasco Guzmán |
Rodrigo Ticona Espinoza |
"La prensa hace luz en las tinieblas |
Portada de HOY |
Caricatura |