“Listo el pollo”

En medio de esta vorágine populista y maniquea, que caracteriza a la escena política latinoamericana, vemos con estupor cómo ese modelo socialista del Siglo XXI, instaurado en los países que integraron el Foro de Sao Paulo, se va desmoronando paulatina y gradualmente, ya no por las consabidas tendencias de izquierda y derecha sino, como lo predice el Apocalipsis en sus tribulaciones, en la batalla final entre el crimen organizado y las directrices democráticas tradicionales, respetuosas de los valores más elementales de la institucionalidad, del orden, y de la libertad.

Una de las señales más elocuentes de esta debacle es la defección del exjefe de inteligencia de Hugo Chávez, el Gral. Hugo Carvajal, alias el pollo Carvajal, quien, al margen de ocupar durante varios años ese importantísimo cargo, fue uno de los oficiales más cercanos al micomandante, desde la academia militar, pasando por ser su cómplice en el golpe militar contra el gobierno de Carlos Andrés Pérez, acompañándolo hasta su muerte.

Posteriormente, mantuvo su cargo durante el actual gobierno de Maduro, pero, como dichas actividades estaban monitoreadas por el régimen cubano, su presencia allí no fue bienvenida y debió aceptar un cargo de Cónsul en la pequeña isla de Aruba, perteneciente al reino de los Países Bajos, donde, en 2014, fue capturado a pedido de la DEA norteamericana para su inmediata extradición a los EEUU, bajo los cargos de narcotráfico, tráfico de armas, tráfico de personas y lavado de dinero proveniente de dichas actividades criminales. Sin embargo, la medida no prosperó, gracias a una fuerte presión diplomática del régimen de Maduro, hábilmente concertada con el gobierno holandés, por los fuertes vínculos de interés petrolero que Venezuela mantiene en esas islas antillanas.

Ahora bien, los secretos de “el Pollo” Carvajal valen oro para EEUU y se convertirán en una de las armas más eficaces para hundir definitivamente a Nicolás Maduro y a su régimen, pues se supone que la abrupta salida de Carvajal de Venezuela hacia Madrid, donde fue finalmente capturado, obedeció a una coordinación con los organismos de lucha contra el narcotráfico norteamericano, para acceder a una extradición concertada, a cambio de información sobre operaciones criminales del chavismo y sus satélites.

De cooperar, “podría llegar a ser el testigo más importante en la historia criminal de Venezuela”, dado que, como director de Inteligencia Militar, no escaparon de su muy informado y longevo sistema de espionaje, aquellas ultra sensibles informaciones que suelen manejar estos altos funcionarios del ramo, similar a las que operó Montesinos en el gobierno de Fujimori; Noriega en Panamá; el ex zar antidrogas de Bolivia, Gral. Sanabria, y todos aquellos que corrieron la misma suerte que el general venezolano.

Fuentes de la Audiencia Nacional española reportaron que Carvajal no está dispuesto a ser extraditado voluntariamente a Estados Unidos, negando haber tenido vínculos con el narcotráfico o con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia; en nuestra modesta opinión, esa opción es un hecho, ya que: “Está listo el pollo”.