Martínez: “Dios quiera que no me pase nada”

El presidente de San José, Wilson Martínez, vive con el Jesús en la boca, porque las deudas de gestiones anteriores a la suya siguen apareciendo, por lo cual tiene dos mandamientos de apremio en su contra con la demanda de una empresa de indumentaria deportiva y otra de un médico que prestó servicios en el club orureño hasta el 2016.

La deuda con la empresa de indumentaria deportiva corresponde a la gestión 2010, cuando Florencio España era presidente. En ese tiempo el contrato fue roto de forma unilateral por parte del club orureño, hecho que derivó en una demanda que ganó la compañía, que en su momento pedía el resarcimiento de 45 mil dólares, pero la deuda creció a un millón 80 mil.

“Nadie creo que vive bien teniendo dos órdenes de aprensión. Dios quiera que no me pase nada y si pasa habrá que defenderse”, sostuvo el directivo.

Martínez sostuvo que la deuda con el ex galeno del club se arreglará hoy en Oruro. “Pero la de La Paz es muy complicada porque es mucho dinero, es 1.080.000 dólares. Tenemos que estudiar bien y plantear una buena defensa o arreglo”, explico.

En el caso del galeno, ganó una demanda por beneficios sociales que llegan a 35 mil bolivianos por diez años de trabajo en San José, de donde salió el 2016 por problemas de salud. En ese tiempo recibió 101 mil bolivianos de indemnización.

El titular santo informó que en los anteriores días arregló también el caso de Boris Alfaro, por un monto de 38.000 dólares y la anterior semana debía viajar a Buenos Aires para solucionar otra demanda por 25.000 de otro jugador que militó en filas santas.

El directivo indicó que por ahora está realizando sus acrtividades normalmente, pero con la preocupación que de continúan apareciendo deudas que son de nunca acabar por la irresponsabilidades de los anteriores presidentes de la institución, que incluso perdieron una sede que habían comprado en 80 mil dólares.