Las ocho candidaturas en carrera para octubre venidero preparan planes de Gobierno a última hora, en una especie de confesión de la permanente e incurable improvisación que padecen los partidos políticos del país. Si hay ausencia de vida política y debate en su seno, no es raro que casi a la hora nona se dediquen a pretender tejer programas, realizando consultas a los sectores sociales. Sin embargo, lo hacen como si se tratara de una panacea política que dejaría atrás todo su descuido e improvisación.
Ejerce ese plan casi la totalidad de las ocho postulaciones: Comunidad Ciudadana, Bolivia Dice No, el MAS. Afirman ya contar con propuestas programáticas, el MNR, el PDC, Solidaridad Social de Víctor Hugo Cárdenas, Tercer Sistema de Félix Patzi, pero por lo escuetamente difundido, apenas si se trata de esbozos a mano alzada, como dirían los ingenieros.
Está demás decir que este método en práctica de las distintas tiendas partidistas no es acertado, porque se basa en recoger una serie de sugestiones demasiado parciales y reduccionistas. Por ese camino, si alguno de los partidos llegara al Gobierno, se habría puesto una soga al cuello por las presiones que cargarían sobre sus espaldas los distintos sectores, gremios, regiones y sindicatos consultados. Si bien es un medio consultivo popular, no es otra cosa que una postura electoralista, además de ser insincera porque las promesas ligeras no se cumplen, ni se puede satisfacer a todos.
Los programas y propuestas serios de gobierno deben ser producto meditado de laboratorio, así como de la compulsa de las realidades del país para replantearlas, modificarlas o mejorar las existentes y no surgir solo al calor electoral. La planificación previa y sistemática es el sustento necesario de una propuesta política responsable. Deberá nutrirse también de la ideología que abraza cada partido, por supuesto, si es que la tienen. Hoy la ideología y los principios no merecen ni la atención, menos consecuencia con el discurso circunstancial.
El MAS es el único partido que vocifera tener un programa perfeccionado de gobierno, a diferencia de sus homólogos que carecen de ideas y de programas. Pero lo real es que lo que llama programa, por donde se lo vea, es un listado de objetivos desperdigados y carentes de unidad y concierto con lo obrado en función de su Gobierno. Por tanto, no permite vislumbrar un verdadero contenido programático, siendo acaso la simplemente enunciativa agenda del 2020-2025.
Usurpado el 7 de octubre de 1970, por defender EL DIARIO |
Dirección:
Antonio Carrasco Guzmán
Jorge Carrasco Guzmán |
Rodrigo Ticona Espinoza |
"La prensa hace luz en las tinieblas |
Portada de HOY |
Caricatura |