Difícil ingreso a universidades estatales

La reforma educativa empezó con el gobierno de Jaime Paz Zamora, ejecutándose en el de Gonzalo Sánchez de Lozada con la Ley del 7 de julio de 1994. Hubo complicaciones políticas, por el accionar del trotskismo que dominaba al magisterio, surgiendo enfrentamientos en las calles de La Paz, por lo que en un momento dado fue dictado el Estado de sitio. Tal situación duró 6 meses.

Esa reforma educativa significaba la aprobación del Código de Educación 1.955 y su aplicación no tuvo apoyo del magisterio. A estas alturas, el Sistema Educativo Nacional estaba casi colapsado por ineficiencia, burocratización y pésimos resultados en materia de formación educativa.

Era deficiente la formación pedagógica en las Normales y estaba politizado el magisterio, además que los profesores estaban mal pagados. Por ser el sector peor atendido, las huelgas del Magisterio Rural eran frecuentes. Con esa reforma se intentó mejorar la calidad de la educación, reforzando al sector fiscal con educación intercultural y bilingüe. La comunidad debía participar en la Educación y así hubo núcleos pilotos de prueba. Se invirtió dinero en textos escolares y se creó bibliotecas escolares y la educación cambió. Aparecen por primera vez los sistemas de computación y educación audiovisual. Actualmente muchos tienen celulares, inclusive los indígenas.

La educación boliviana, tanto en Primaria como en Secundaria, adolece de fallas pedagógicas, desde la reforma educativa que comenzó en 1955, lo que significa errores procedimentales, algo comprobado por el fracaso de los bachilleres al rendir exámenes para ingresar a universidades estatales.

En principio el ingreso de bachilleres a las Normales, que forman a los futuros maestros, tiene que ser orientado con pedagogía moderna, quiere decir que hay que reorganizar conceptos para su aplicación. Esta reforma tiene que abarcar a los maestros rurales, por ser importante la atención al área rural.

Por otra parte, las universidades estatales tienen que colaborar a los bachilleres mediante cursos de orientación, con duración de algunos meses. Así los bachilleres tendrán mejor orientación para aprobar exámenes de ingreso.

Es necesario tomar en cuenta que ahora para la enseñanza en colegios se cuenta con computadoras e Internet, lo que hace que los estudiantes ya no utilicen exclusivamente las bibliotecas para conseguir datos. Por estos aspectos los estudiantes requieren una educación acorde con el avance de la tecnología. Por ello cuando dan los exámenes de ingreso su enfoque educativo no es el mismo de antes.

Es evidente que en una época anterior se impartía a los bachilleres más conceptos de orientación política, lo que de alguna manera hizo que su enseñanza no resulte muy positiva. En cualquier caso, numerosos estudiantes pugnan por ingresar a las universidades estatales, porque su costo está al alcance de los padres de familia, lo que no sucede con las universidades privadas, donde se tiene que pagar mucho más por la enseñanza académica.

Reiteramos que los cursos de orientación que darían las universidades para ayudar a los bachilleres serían un gran aporte a la Educación.

El autor es profesor emérito de la UMSA.