¿Sin remedio?, la basura ahoga a las ciudades

Hay conciencia en la población sobre el grave problema de la basura y no se vislumbra solución alguna; muchas ciudades del país enfrentan el problema y esperan que tanto el gobierno como las gobernaciones y las alcaldías tomen conciencia sobre el mal que, hasta ahora, parece que no tendría remedio, aunque muchas veces, a través de varias fuentes, especialmente de comunicación social, se ha hecho saber de experiencias que han tenido muchos países del mundo y que han dado solución a lo que se creía imposible.

La Paz es, posiblemente, la ciudad más afectada por la presencia de miles de toneladas diarias y sin los sitios apropiados para depositarla, puesto que, luego del grave problema presentado en Alpacoma, ninguno de los lugares aledaños o semi-alejados de la urbe acepta que se utilice sus tierras baldías con miras a depositar basura. El caso se torna problemático también para sitios como Mecapaca, Valencia, Palomar y muchos otros de la región de Río Abajo porque los basurales se han convertido no solamente en males graves para la salud de la población sino también para la vida animal y para la agricultura, para las aguas, para la vegetación y para el medio ambiente por los gases que emiten.

Hace pocas semanas, surgieron ofertas por parte de una empresa mexicana que adquirió mucha experiencia en la industrialización de la basura, sin que alguna autoridad del gobierno o de las gobernaciones o alcaldías haga siquiera un comentario al respecto. La oferta de solucionar el problema en Bolivia incluía la financiación económica y mostraba las ventajas que se ofrecía no solamente para convertir la basura en abonos y artículos reciclados para uso de la población sino en la solución de una parte del grave problema del desempleo, porque la industrialización implicaría la contratación y luego profesionalización y el cúmulo de experiencias para muchas personas.

Pese a la gravedad del caso en varias entidades del país, el problema se agudiza y se teme que, en corto tiempo, se convertirá en algo que podría acarrear serias dificultades a la población, especialmente en el campo de la salud, porque no sería raro que se presenten acumulos de basura en calles, plazas, avenidas y domicilios porque no hay quién la recoja; todo esto implicaría graves daños ecológicos difíciles de solucionar.

A raíz de la propuesta de una empresa mexicana, habrían surgido otras ofertas y explicación de muchas experiencias que han causado solo mutismo en las autoridades nacionales. Pero se podría enfrentar el caso en forma tripartita y además con intervención de empresarios privados que podrían asumir la condición de accionistas. Entretanto, y una vez concretados acuerdos serios, factibles para la industrialización, es necesario encontrar sitios apropiados, así sea lejanos, para enterrar, en forma provisional, toda la generación de basurales que surgen cada día.