Tres militares y dos policías asesinados en San Salvador

San Salvador.- Tres miembros de la Fuerza Armada y otros dos agente de la Policía Nacional Civil (PNC) de El Salvador fueron asesinados ayer en diferentes puntos del país y se suman a un efectivo policial ultimado en horas de la pasada madrugada, informó el cuerpo de seguridad.

Un soldado que se encontraba de licencia y cuya identidad no fue facilitada, hasta el momento, fue asesinado a última hora de la tarde en la localidad de Ahuchapán, en el noroeste salvadoreño, en una jornada especialmente trágica para la Fuerza Armada, que sufrió tres bajas.

Unas horas antes, el cabo del Ejército José Enrique Pérez, de 42 años de edad, destacado en el Regimiento de Caballería, “fue atacado cuando se encontraba en un encuentro deportivo en Santa Tecla” (centro), mientras que el militar William Alexander Rosa Mendoza, de 25 años, fue asesinado “con arma blanca”, también en Ahuachapán.

Asimismo, el agente policial Walter Elizondo Anaya Lima fue asesinado en la localidad de Sonzacate, en el oeste del país, “cuando se encontraba ingiriendo licor con un sujeto únicamente identificado como Juan López”, explicó la fuente sin brindar más detalles.

Los uniformados se suman al sargento de la PNC asesinado durante la madrugada del domingo Pedro Alberto Galeas Crespo, con lo que suben a 15 los miembros de la corporación ultimados en lo que va de 2019, mientras que los homicidios de efectivos de la Fuerza Armada ascienden a 8.

A estas víctimas de los cuerpos de seguridad del Estado se añaden, además, dos empleados administrativos de la PNC asesinados desde que comenzó el año en curso.

Durante 2018 fueron asesinados 32 policías, más 2 empleados administrativos del cuerpo de seguridad, 17 militares, 3 custodios de Centros Penales y un estudiante de la Academia Nacional de Seguridad Pública (ANSP).

La mayoría de estos crímenes son atribuidos a las pandillas que buscan, según las autoridades de seguridad, presionar al Gobierno con estos ataques para obtener beneficios carcelarios para sus líderes.

Según el ministro de la Defensa, David Munguía, el país vive un conflicto armado de “baja intensidad” por los constantes enfrentamientos entre las fuerzas de seguridad y las estructuras criminales.

El Gobierno responsabiliza a las pandillas Mara Salvatrucha (MS13), Barrio 18 y otras minoritarias de los altos índices de homicidios de entre 103 y 50,3 por cada 100.000 habitantes entre 2015 y 2018, cifras que ponen a la nación como una de las más violentas del mundo.

Las pandillas, un fenómeno considerado como herencia de la guerra civil (1980-1992) y que se fortaleció con la deportación de pandilleros de Estados Unidos, han resistido a los planes de seguridad implementados en las últimas cuatro administraciones. (EFE)