Derroche de excentricidad

Inspirada en el ensayo de Susan Sontag (1964), que define el campamento como “el amor por lo antinatural: lo artificial y lo exagerado”, la Gala Met 2019 volvió a convertirse, como cada mayo, en el escenario más fashionista e impactante.

El evento celebrado en el Museo Metropolitano de Arte en Nueva York rinde homenaje a una estética que, en ocasiones, se cataloga como una frivolidad vacía, pero que en realidad puede ser una herramienta política muy poderosa y sofisticada, especialmente para las culturas marginadas, como declaró hace unos meses Andrew Bolton, comisario del Costume Institute, en una entrevista para el New York Times.

La gala anual sirve también para recaudar fondos destinados al Instituto del Traje del Museo Metropolitano de Arte y su exposición anual. Sin embargo, es una vitrina de creatividad para los diseñadores, quienes dan rienda suelta a su imaginación, confeccionando los looks más extravagantes que uno puede imaginar.