Crisis en la Policía

En días recientes, la Policía Boliviana atravesó una aguda crisis que causó la preocupación de la opinión pública, que ve en esa institución un organismo de defensa de la sociedad, conservación del orden público e importancia nacional.

Esa crisis se convirtió en un escándalo generalizado, que fue mantenido en ese nivel, sin llegar a considerar que, a medida que pasaban los días, se fue agravando por la aparición de nuevas acusaciones. Sin embargo, esa campaña ya no solo implicó a los protagonistas de supuestos delitos relacionados con el narcotráfico, sino a toda la institución, al extremo de verse afectada por casos de carácter individual y como si ellos fuesen resultado de la actividad del organismo estatal.

En efecto, las denuncias contra altos funcionarios policiales tendieron a convertirse en una ofensiva contra toda la institución, sin que se pueda ver el fin que se encuentra oculto detrás de esa campaña. Por otro lado, fue posible observar que cuanto más crecían las denuncias contra algunos individuos, más leña se echaba al fuego en descrédito de la institución, su funcionamiento y sus antecedentes históricos.

En realidad, pareciera que una “mano negra” estaría aprovechando la oportunidad no solo para desprestigiar a la Policía Boliviana, sino también estaría buscando quitarle independencia, prestigio y hacer desaparecer un pilar fundamental de la vida nacional.

El hecho de hacer que la deshonesta actividad individual de algunos policías signifique que toda la institución policial es culpable de delitos de corrupción, solo sería al parecer una maniobra con fines ocultos e inconfesables y que hizo decir a un analista que la Policía ha sido relegada a importancia secundaria en relación con otras entidades hacia las cuales se ha desviado toda la atención.

En ese sentido, sería preciso que autoridades e instituciones nacionales tomen cartas en el asunto para diferenciar que una cosa son las acciones individuales y otra, muy diferente, la existencia y prestigio de una institución, más aún en el caso de una entidad de innegable importancia en la vida nacional.