Empresarios piden mejorar condiciones para invertir

El sector empresarial del país considera que “el país requiere que Bolivia sea país atractivo para el capital extranjero, tomando en cuenta que la mayoría de los países compiten por recursos”. El presidente de los empresarios privados del país aseguró que “trabajan por el país, pero también brindan aportes constructivos al gobierno para que se genere condiciones adecuadas para la inversión”. Añadió: “En el país puede haber mucho más inversión si es que las condiciones mejoran y se crea un clima más favorable”. Se refirió “a la reunión habida en Dubái, Emiratos Árabes, donde los inversionistas hicieron algunas observaciones, que apuntaban las autoridades nacionales”.

Por su parte, la CEPAL (Comisión Económica para América Latina y El Caribe) dijo que “disminuyeron los flujos mundiales de Inversión Extranjera Directa y el mundo se dirige a un cambio de tendencia global. Las tensiones comerciales y políticas industriales nacionalistas aumentan la incertidumbre, como lo que sucede entre Estados Unidos y China”. Añade en su informe de Inversión Externa 2018: “En los países desarrollados así como en los bloques económicos, se ha implementado una serie de medidas de seguridad para el ingreso de Inversión Extranjera Directa, mientras que en América Latina y El Caribe la IED disminuye a un ritmo menor que en el mundo y se reestructuran hacia las manufacturas y servicios”. (ED 18-4-19).

Según el organismo internacional, “La región de América Latina y El Caribe recibió 161,673 millones de dólares de IED en 2017, a un 3,6 por ciento menos que en 2016 y la tendencia apunta a reducir más las inversiones en la región”. En Bolivia, según todos los organismos internacionales, hay propensión a buscar inversiones en hidrocarburos y muy poco en otros campos de la economía, cuando el país requiere mucho que haya inversiones no solamente en hidrocarburos sino de capitales financieros, tecnológicos y humanos con miras a la creación de industrias productivas, en que tanto los inversionistas como el país tengan utilidades que les sirvan no solamente para producir competitivamente, crear empleo y diversificar su desarrollo.

La verdad es que el optimismo de algunos empresarios sobre las reuniones habidas en Dubái aún están por verse, porque una cosa es asistir a una reunión convocada expresamente por países interesados y otra, muy diferente, la intención cierta de invertir, crear empresas, producir y ganar dinero dejando el campo para que los países receptores de capital se beneficien mucho de lo invertido. Se cree que no solamente se puede hacer grandes beneficios con la minería o los hidrocarburos, sino también con otros rubros que demandan especialmente los países pobres y subdesarrollados. Será preciso, pues, que haya una revisión de las condiciones habidas para las inversiones extranjeras y también para las nacionales.