¿Ahora es el enviado de Dios?

Los frases reverenciales y teocráticas de autoridades o dirigentes del MAS, refiriéndose con exagerada genuflexión al no-candidato, son preocupantes para la democracia y las elecciones presidenciales de octubre. Sobre todo, cuando se dispone (léase, abusa) de los recursos públicos. Estas majaderías, con un poco de atención, desdeñan al soberano que dijo “no” a la respostulacion de “ellos” el 21F2016. Así, los genuflexos dan la sensación de que se refieren a una figura divina, perfecta e incapaz de equivocarse ¿quieren hacernos creer que estamos ante un ser que no es de este mundo?

Las reverencias entre lo indigno y lo jocoso desnudan una falta de principios; de coherencia y una penosa abstracta ubicuidad del MAS. Las frases: “es un regalo de Dios”, “electo de Dios”, “hasta donde Dios quiera”, etc., expresadas por alcaldes y concejales, solo denotan alguna desesperación de ellos; ante una posible derrota electoral. Por ejemplo, Gonzalo Hermosa, líder de los Kjarkas, que fue funcionario de Goni; en agosto de 2018 dijo: “esperamos años y Dios nos regaló y mandó a un dirigente, nos mandó a él”. Antes, en junio de 2018, en el 48° Aniversario de Villa Tunari, su alcalde Asterio Romero afirmó que es el elegido por Dios. Antes en junio de 2016, Romero había expresado que “esperaron 180 años la llegada de él”. Estas frases parecieran “imitar” al Vice que en 2013 ya lo ensalzó cuando afirmó que “es como un Jesucristo resucitado”. El alcalde lambiscón de Achocalla, Ninaja, se arrodilló ante él, como si de una deidad se tratara. En 2019 el presidente del Consejo municipal de Shinaota, Raúl Cruz, sostuvo que debería gobernar hasta que Dios quiera.

Lo indigno y reprochable es que los paganos, como los hipócritas que “utilizaban” a Dios para exterminar a los indígenas, ligados a acciones cuyos significados negativos (maldad, robo, embuste, flojera, egolatría, etc.) endosados por los “conquistadores españoles” a los pueblos indígenas, incitaron una desenfrenada masacre hasta casi la exterminación. Ahora los lambiscones, que expulsaron la Biblia del parlamento y que se juntaron durante 4 años de ateos (léase no creen en Dios), ahora como los paganos españoles ¿pretenden destruir a los pueblos indígenas?

¿Los ateos y genuflexos del MAS sabrán de qué Dios hablan? ¿Zeus, padre de los dioses (Theos), cuyo Busto embellece la Rotonda Pio Clementino del Vaticano? ¿Al dios Sol; al de Marte; a los dioses del Olimpo, al dios Ra (egipcio)? Todos, subjetivamente, con “atributos”. O al de los cristianos que se dice es eterno, omnipotente, perfecto e infinitamente bueno y justo. O se refieren al panteísmo que carece de realidad subsistente y que lo nombran, convencionalmente, en su afán de “divinizar” a “él”. Coligo, se refieren a un Dios (léase, subjetivo) “indefinido”, lo que pone en evidencia que el Art. 4 de la CPE (referida al laicismo) selló una “alianza” –política- con las “sectas”.

Estas frases ¿buscan confundir a los deseducados? El exceso de reverencia y adoración “fanática” castra el sentido político del soberano y muestra que el MAS es pequeño ante su “perfecto líder”. ¿Quién puede suceder a una figura divina? Recordemos: la muerte de Carlos Palenque, fanáticamente “divinizado”, fue el fin de Condepa. Por ello, estas expresiones pueden ser el preludio de alguna derrota infringida por los bolivianos que razonan, que sin duda son la mayoría, y que ven en él a un simple mortal.

El autor es Director del Centro de Investigación, Servicios Educativos y de Comunicación (CISEC).