I
Gobiernos, medios de comunicación y empresas hablan de la opresión a la mujer como algo superado, enalteciendo “políticas de igualdad” que ocultan la verdadera situación de la mujer trabajadora. Es el resultado de un sistema político. Al concentrar toda la riqueza producida por la sociedad en pocas manos, el sistema marginaliza (oprime) a millones de personas. Entendemos por opresión la actitud de aprovecharse de las diferencias que existen entre seres humanos para colocar a unos en desventaja en relación con los otros. Significa beneficiarse de una diferencia en provecho propio, generando así una situación de desigualdad de derechos.
Entre todas las formas de opresión, aquella que se ejerce contra la mujer en la sociedad, tiene un carácter distinto de las demás porque abarca a más de la mitad de toda la especie humana. La sociedad patriarcal es uno de los recursos que la burguesía ha utilizado y utiliza para mantener a la mujer marginalizada. Se trata de un sistema jerárquico que se asienta en la familia, en el cual toda mujer ya viene al mundo para ocupar un lugar subordinado, definido en la sociedad.
Fueron los historiadores del Siglo XIX los primeros en preocuparse por el estudio del origen de la familia y causaron sorpresa cuando afirmaron que la mujer no siempre fue oprimida. La opresión de la mujer es una característica de las relaciones sociales. Esto significa que durante un largo período de la historia de la humanidad, antes de las sociedades divididas en clases sociales, la mujer ejerció en pie de igualdad con el hombre, o con ventajas en relación con él sus derechos sociales.
En la familia primitiva, el matrimonio se realizó, durante un largo período, a través de grupos -dentro de las gens (estructura familiar de lazos consanguíneos)- donde los hombres eran maridos y las mujeres, esposas. No existía la monogamia. Los hombres eran padres de todos los niños y las mujeres, madres. En un sistema como ese, la descendencia sólo podía ser verificada a través de la madre, lo que originó el matriarcado. La importancia de la mujer, como reproductora y único pilar seguro de la descendencia familiar, se extendía también a las tareas que desempeñaba en la comunidad: la transformación de los alimentos y el desarrollo de la agricultura.
El matriarcado fue sustituido por el patriarcado con el desarrollo de la agricultura, pastoreo y técnicas de fundición de metales para crear nuevos instrumentos, que propició el excedente de producción. Por un lado, fueron los hombres pasaron a controlar las más sofisticadas técnicas e instrumentos de producción, controlando también los excedentes que generaban. Por otro, como en los matrimonios por grupos era imposible determinar la descendencia paterna, la sociedad se readecuó para que los hombres pudiesen legar a sus hijos legítimos los bienes que acumulaban en vida. Para garantizar la herencia, surgió la monogamia.
Usurpado el 7 de octubre de 1970, por defender EL DIARIO |
Dirección:
Antonio Carrasco Guzmán
Jorge Carrasco Guzmán |
Rodrigo Ticona Espinoza |
"La prensa hace luz en las tinieblas |
Portada de HOY |
Caricatura |