Montenegro y la diosa blanca

En momentos en que la furia de la naturaleza nos zarandea con inusitados temblores, inundaciones y deslizamientos de tierra, dejando una infinidad de daños materiales, un verdadero terremoto se cierne en el seno de nuestra Policía Nacional, cuando varios de sus oficiales son sindicados por estar vinculados a una red mafiosa del narcotráfico, a través del “doctor” Pedro Montenegro, un genuino capo boliviano de alcance internacional, buscado por la justicia brasileña desde 2015, y que luego de una espectacular aparición, se entregó voluntariamente a las autoridades, como un gesto de sana economía, al ahorrarles tiempo y dinero dedicados a su captura.

Lo sorprendente del caso es que Montenegro llegó al edificio de la Fuerza Especial de Lucha Contra el Narcotráfico de Santa Cruz, exactamente al mismo tiempo que el comandante de la Policía cruceña, Igor Echegaray, concedía una rueda de prensa, donde amenazaba con procesos penales a las personas que estuvieran protegiendo al hombre más buscado del país. Sin embargo, la repentina presencia del capo, opacó el corrillo, y puso fin a una esforzada e infructuosa cacería iniciada a mediados de abril.

Aún más sorprendente es que, en una entrevista concedida a los medios estatales por autoridades de gobierno, se haya ratificado que el jurisconsulto, además de narco, fue calificado de extraditable, pues existiría una solicitud de captura de la justicia brasileña, extremo que, horas más tarde, fue enfáticamente negado por el canciller Pary, afirmando que a su Despacho no llegó una solicitud de este tipo.

Tampoco deja de sorprender la contradicción planteada por el Fiscal Departamental de Santa Cruz, Mirael Salguero, con lo afirmado por el canciller, al manifestar que: “existe un Auto Supremo que ordena la detención preventiva con fines de extradición, de Montenegro, y que Brasil agilice la extradición que aproximadamente dure, entre tres a seis meses. Mientras tanto él permanecerá detenido en la Felcn”.

Al haber pagado un viaje de 18 personas al carnaval de Cartagena, Colombia, el 7 de marzo de 2018; consideramos que Pedro Montenegro Paz mantenía una estrecha relación no sólo con el capitán Fernando Moreira y con su esposa, Esther Arteaga Carrasco, sino con varios oficiales de esa institución, como el Cnl. Gonzalo Medina (exdirector de la Felcc), el mayor Kurt Brun Ríos (jefe en Viru Viru) y una amplia red de empresarios, fiscales y jueces, entre los que figura hasta el expresidente del Tribunal Supremo de Justicia y actual magistrado del Tribunal Constitucional, Dr. Gonzalo Hurtado Zamorano, quien obviamente negó los cargos.

Consideramos que estos funestos acontecimientos no pueden ni deben ensombrecer la imagen institucional de nuestra primera institución del orden, pues así como con la iglesia, dañar a toda la institución por culpa de algunos sacerdotes pecadores, es como derribar la catedral, para matar un ratón, lo que significa que, a más de injusto, sería peligroso. ¡Baste dejar a Montenegro preso, con la diosa blanca!