Sé un mejor ser humano y deja ya de sufrir

Tú naciste para ser el mejor ser humano, no se trata de ser el mejor futbolista o la mejor bailarina, no necesitas competir con alguien, pues la única competencia es contigo mismo, tú eres tu principal rival, pues muchas veces dejaste de crecer, de motivarte, de creer en ti. Tú puedes ser cada día mejor, comparado con lo que eres actualmente y con lo que debes ser si tú decides, si deseas cambiar.

¿Qué estás haciendo hoy con tu vida?, ¿qué estás haciendo para salir de la mediocridad y de la rutina?, ¿nada? Empieza a cambiar tú para convivir mejor con los demás, para entender mejor a tu pareja, para comunicarte con tus hijos y ya no escapes del enfrentamiento que más temes: contigo mismo.

Triunfar no es pisotear a las personas y ponerte por encima de ellos, triunfar es sentirte auténticamente humano y tener la capacidad de sentir la humanidad de los demás, es aprender a ver, en los ojos de los otros, la grandeza que nos rodea.

¿Por qué no has intentado realmente lo que te entusiasma? Te ha faltado voluntad y más persistencia, quizás la impaciencia se apoderó de ti y no estás dispuesto a pagar el precio del aprendizaje. Todo en la vida tiene un precio y las cosas más valiosas no se las paga con dinero, hay que pagar con fe, lucha, esfuerzo y a veces sufrimiento.

Deja de consultar a los demás para tomar una decisión, escuchas más a los demás que a ti mismo y lo más grave es que esas personas a las cuales consultas nunca han intentado algo, son expertos en desanimarte. Atrévete a soñar….

Imagina tu vida como un viaje lleno de aventuras, somos arquitectos de nuestro destino, la vida es lo que hacemos de ella y para ello se debe desarrollar el optimismo, que es la creencia de que vale la pena hacer el esfuerzo, es la esperanza de que puedes conseguir lo que deseas, a pesar de todos los obstáculos que parezcan en el camino. Necesitas ser valiente para ser optimista, si quieres triunfar y dejar el conformismo y la negatividad.

Trata de mejorarte, pues es lo único que puedes hacer para mejorar el mundo, no pares de entusiasmarte por algo, la clave está en desarrollar alegría por vivir, dar rienda a tu sentido del humor, porque nada está perdido y todo seguirá bajo tu control mientras conserves tu sonrisa.

Deja de esperar de los demás, pues más frustración y decepción padecerás, después hay que soñar, pero sin perdernos entre las nubes, mejor coloca tus pies en la tierra. Luego de que tus palabras estén impregnadas del sentimiento que estás viviendo, con tus palabras, tu timbre y su tono puedes animar, consolar, dar energía, hacer soñar, besar, dar y sentir. Tu palabra eres tú y te recordarán por tus palabras.

La frustración es el camino que conduce a la pérdida de control sobre nuestra vida, hay situaciones que irritan, que agobian y nos pueden llevar al estrés y desorientación. No tomes decisiones importantes en esos momentos, no permitas que las dificultades, y tropiezos en tu vida te imposibiliten realizar tus labores. Para ello el ser humano debe hacer uso de la paciencia, entendida como la predisposición de aceptar las adversidades y la fuerza necesaria para poder cambiar de manera positiva lo que está en sus manos.

El bienestar mental, físico, emocional se consigue siendo comprensivo consigo mismo, conociendo habilidades, fortalezas y debilidades y la manera de superarse cada día.

Siembra la calma dentro y fuera de ti, por más tensa que sea una situación o persona que te agobia, más paz debes activar, todo se vence con lo opuesto. No te sientas solo, porque no lo estás. Tienes este artículo entre tus manos y su autora está a tu lado, acompañándote silenciosamente y haciendo el máximo esfuerzo para que te des cuenta de que tú puedes vencerte a ti mismo y a las dificultades… ¡Eres un guerrero!

La autora de esta nota es psicoterapeuta.

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