Cuando las entidades laborales, sociales, deportivas, y de cualquier otra índole son conducidas con acierto, sin distingos políticos, religiosos, y otros vicios que hoy pareciera que se apoderaron de alguna dirigencias, logran apoyo y aplauso de sus bases, puesto que además, se entiende, están trabajando por todos sus asociados o afiliados, bajo esas premisas. En la contrapartida, al no actuar de esa manera, pierden credibilidad ante la sociedad, y lo peor es que sus “bases” se sienten defraudadas y abandonadas.
Lo que acontece en la Federación Departamental de Maestros Jubilados de La Paz es uno de los escasos referentes en torno al manejo adecuado y oportuno de este tipo de instituciones. Al haber sido elegidos en elecciones últimas para la gestión 2018-2020, el Directorio de los profesores jubilados decidió entrar en acción a fin de atender y cumplir con una serie de necesidades esgrimidas por sus decenas de centenares de afiliados. El mismo lo integran: Félix Lafuente Rivera (Secretario Ejecutivo), César Jove Coya (Secretario General), Francisca Venegas de Vera (Secretaria de Hacienda), José M. Pary Choque (Secretario de Relaciones Públicas y Propaganda), Nicanor Salinas Vitre (Secretario de Organización y Estadística), Hilda A. Cartagena Araníbar (Secretaria de Conflictos), Carmen R. J. de Machicado (Secretaria de Asistencia Social), Froilán Jemio Gonzales (Secretario de Servicios Funerarios), Rosa Sánchez Jarandilla (Secretaria Permanente), y M. Daisy Morales Ibáñez (Secretaria Vocal). Este equipo participó en los comicios con su sigla “MA.JU.PI.”.
Sus actividades alcanzan no sólo lo relativo a gestiones sobre pagos correctos en las AFPs a sus asociados, trámites funerarios, préstamos de emergencia ante su ente asegurador, ajuste anual de rentas del sistema de reparto, visitas a todos los docentes eméritos internados en los diversos hospitales y otros, publicación de listados en su boletín mensual, sino que también lo dedican al solaz y la recreación, como el viaje de confraternidad realizado en el mes abril a Copacabana y Yunguyo, Perú, durante tres días.
Asimismo, el homenaje a la madre-profesora jubilada en un acto en el que fueron agasajadas el martes 28 en un local público, con motivo del Día de la madre, al igual que el 20 de marzo, por el Día del padre. También figuran el servicio de baile terapia y fisioterapia en el cuarto piso del edificio Loza, la puesta en vigencia de su sede social recreativa en la localidad de Achocalla, y muchas otras labores que son del agrado del sector pasivo del magisterio paceño. Ellos concluyen señalando: “La madre juega un rol muy importante en la cultura boliviana; es el pilar fundamental del hogar. En la mayoría de los casos, la manutención y la crianza de los hijos están a cargo de las mujeres”.
Se trata, pues, de una institución que señala un derrotero sobre cómo tienen que ser administradas y manejadas las organizaciones sociales. Es de esperar que sirva de aliciente a todos, y más aún a las nacientes entidades laborales bajo el mando de noveles dirigentes.
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